((Un regalo de no cumpleaños a un nuevo compañero...ojala le guste, si no... habra tiempo de mejorarlo. Si alguien mas esta de no cumpleaños, aqui tambien tendra un regalo.))


Ya no quedan jardines de rosas que borren las lágrimas que, marcando su paso con fuego, guían los días... Las rosas que quedan ya no forman un jardín, solo un columpio en mi vida. Solo permanecen las flores secas, muertas, pero tan hermosas, solo estas.

No, ya no hay jardines. No hay de margaritas que deshojar esperando que descifren los misterios del alma humana. No hay jardines de girasoles, pues mueren en la constante noche, nacida del sol dormido y una madre alba callada. Ya se extinguieron esos jardines de violetas, que dulcificaron hasta los más agrios momentos; ni están los jardines silvestres donde dormía. Esos últimos murieron por pies incautos que destrozaron sus delicadas almas. No hay si quiera hortensias que dar vida a los grises prados del caluroso valle. No queda ninguno que contenga más de un lilium, pues su presencia fue sentenciada a los floreros. Donde se solían cultivar claveles hoy solo quedan dunas de sal y jardines de tulipanes solo persisten en una fabula olvidada. No hay más jardines de orquídeas, ni calas, ni crisantemos, solo queda un jardín de tallos secos y negros... Y ya no queda el último jardín que quise, de rosas, ese que espere de regalo si me veían llorar, pero ya no esta.

No, ya no importa... llorare incluso si me regalan el jardín de rosas que esperaba. Pues ahora que cuelgo de ellas, ahora que me balanceo en su mundo...descubrí que su existencia también esconde secretos tristes.


Un jardin que ya no existe, solo una oportunidad en vaiven con recuerdos de lo que fue, sujetandome a la vida.