Lorena estaba cansada de ver por aquella pequeña ventana. Era realmente muy pequeña, pero para su buena suerte daba la vista a la casa de al lado, a la casa de Juancho, su hermoso e intrigante vecino desde hace dos semanas. No conocía mucho sobre el, apenas si se habían dicho un “Hola”, pero ella quería mas que un saludo inocente, ella quería una conversación que le quitaran todas las dudas que la seguían desde el día en que se mudo.
Había entrado con una pequeña jovencita, no mas de 1.80, largos cabellos rubios, realmente un bombón, pero de un día para otro, la dejo de ver. No hubiera sido extraño si la muchacha no hubiera tenido la cara de tener 14 años.
- Muy bien Lorena...tienes que averiguar que paso con la niña esa...
Se vistió para la ocasión, un diminuto vestido rojo, que enseñaba mas de lo que estaba dispuesta a mostrar, pero que esa noche le serviría. Se soltó el cabello, que cayo como una cascada y le dio a su rostro un aspecto que haría que Zeuz se desmayara. No se maquillo mucho, se había dado cuenta de que lo natural atraía mucho mas que lo artificial.
Eran las 10 de la noche, se puso la cartera en el hombre y salió, contoneando las caderas seductoramente, porque esa noche seduciría y si que lo haría, aquel chico no sabia lo que le esperaba.
__Hola...vecino- ronroneo Lorena.
__Hola
Estaba sin camisa, cogiendo la manguera con la mano izquierda, dejando que el agua chorreaba y diera vida al pasto.
__Estoy aburrida...y quería irme a un party...¿eres de los que se....animan- se paso la lengua por los labios.
Juancho trago saliva y recorrió su hermosas piernas, su cintura celestial, sus pechos bien proporcionados y bellos como una deliciosa fruta y finalmente aquel rostro que era de por si, una invitación a cometer locuras.
__¿Qué tal si pasas y esperas a que me arregle?
Lorena tuvo que hacer un gran esfuerzo ara contener la alegría, el primer paso estaba dado, entrar en la casa de su guapisimo vecino y además...resolvería un misterio que la intrigaba. Porque para ella no había misterio que no le gustara resolver.
Siguió con la mirada el increíble trasero de Juancho, trago saliva y se dispuso a seguirlo dentro de su casa.
Apenas puso un pie en el vestíbulo...supo que era un gran error....
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