Un día mas.

Dobló la esquina, con la exchange-Tic en mano, alternando en su mente los planos originarios y los secundarios, de un año 2000 y un año 3000 respectivamente fraccionados, 999 años en su mente intermedia, dividido en 10 capas y sus respectivas etapas cíclicas. Reconoció las proyecciones, deambulaban como zombies bajo las nubes como formas que aparecen del plasma glucoso que emana la fuente en todo su esplendor. El transportador de partículas funcionando a toda potencia, y una fila de ancianos hacia el otro lado. Cargó el aparatejo, y succionó el líquido verdusco, dos gotas excedentes caían de sus perplejas fosas nasales y sus dedos pegoteados se dieron cuenta de lo sabroso que era. El enchastre no quedaba lejos, su cabeza atolondrada se quedó quieta en mitad de la calle esperando. Entró como un rompecabezas armado y miró al barman.
-Un hada con hielo- dijo, con voz áspera- El delivery del metro lo observaba con los dedos repiqueteando en el cristal. Se acercó y tocó su hombro esbozando un: -Sospecho tiene prisa-.
-¿Por qué dice eso?
-Por la expresión en su rostro, además lo vi entrar apurado.
-Tiene razón, deme hada de una vez.
-No tan de prisa, ¿Ve el ángel que está contra la futurocola?
-Si. ¿Qué hay?
-Está armado.
- Pensé que no se permitían armas en este lugar.
- No todos pueden portarlas, como a las abejas, pero el si.
- Y yo también. Mire mi tarjeta electrónica. Dice: -IA espacial armado-
- Le daré a hada, y a cambio me dará tres tarjetas.
-Dos tarjetas. Mas no vale.
-Mm, trato hecho.
Una vez recibió a hada se fue sonriendo pasando por debajo de las dos placas de aluminio que se abrían hacia los costados. La lluvia de ácido sulfúrico que atacaba la frontera, se corrió y se colocó hacia y sobre el océano pirático, y los augures de la buenaventura, auguraban en cada esquina con sus oraciones el mejor clima para el fin de semana. La escarcha mas fina de todo el año caería también en Atlisth, el desierto de los mitrones. Llevaba el manuscrito en el tubo desfragmentador intergaláctico. En la sala principal, lo esperaban con sus butacas llenas. Se encendieron las luces, y carraspeó, hasta que tomó el manuscrito en sus fuertes manos, y con voz fuerte y punzante exclamó: "En el manuscrito que tengo en mis manos se afirma que el edificio de Ducity conectará nuestra tranquilidad con otras formas de inteligencia, no hubo nada parecido desde la torre de babel, el edificio es de corriente científica y de dimensiones apocalípticas. La ostentación hace el honor. Ahora caballeros, si me permiten, doy por finalizada la reunión". Entre flashes huidizos, subió a la nave y se dirigió a su hogar. Encendió el computador cuántico y a Lony, su secretaria virtual, que hacía las veces de dama de compañía, le informaba y le recordaba los asuntos del día y citas de negocios cuando su mente despegó de su cuerpo. En el corazón de Ducity, proto-x trabaja de manera productiva. En la plaza subterránea, el mercado de magnetómetros va en aumento. La señal de su mente esta siendo codificada en el disco duro, una vez terminada la grabación de lo que está pensando, con el magnetómetro b, se decodificará en palabras preferentemente lúcidas, su pensamiento. La grabación de recuerdos es algo que no siempre vale la pena, si se decidió por grabar el pensamiento completo, hasta los delirios componen las piezas del motor que le dan lógica al producto de la recepción de ondas ya transferido. Por eso, proto-x graba el pensamiento presente, y no los recuerdos. Frotó sus ojos, y se relajó en el sofá frente al ventanal. Un cometa pasaba cortando el blanco cielo. Era el día menos pensado, era el día en que el building se presentaría. Se dirigió hasta el transportador, y presionó: "Centro". El tipo lo paró frente a la máquina. Esto es lo que piensas, le dijo. No pudo mas que apretar sus puños con rabia, y decir: "Si, era lo que yo pensaba"
-¿Y cuánto crees que han tardado?
-Dos años en Delfos, y recién lo vemos ahora.
-Se trabaja mucho en las sombras.
-No es lo que esperaba.
-¿Que esperaba?
-Que no estuvieran esos ahí con sus proto-x. Algo está mal. Pásame tu proto-x.
Unos emisarios armados destrozaron la entrada del edificio, y incendiaron los coches del parque de estacionamiento. La poli-espacial desapareció, porque el arma letal que los emisarios guardaban y usaron para el ataque era muy buena.
-Emisarios del vientre lunar, que vienen en son de paz.
-¿No atacarán el corazón del edificio?
-No, eso pensé primero, ahora que lo pienso mejor, creo que no.
-¿Y porque cree que no?
-En proto-x se puede distinguir que fue lo primero que pensé, pero luego, pensé que los emisarios se iban, porque se ve que vinieron a advertirle al presidente sobre el tratado del libre comercio de proto-x, como negocio a posteriori, rentable, se iban con bastante cantidad.


Me gusta caminar por los suburbios de la ciudad cuando es de noche. Es la excusa perfecta para ir a visitar un amigo. Mientras me relajaba y encendía un cigarrillo para que mi secretaria lo moje luego, no llegaba la llamada que esperaba hacía una hora. Debían comunicarme si el bonzai finalmente llegaría hoy o mañana. No puedo recordar que era aquello, que, ese día. Todo comenzó cuando volvía de la casa de un amigo, la abundante niebla creció sobre las dos de la madrugada. Las casas se veían borrosas, el asfalto de la calle era una lengua árida. Apretujé mis manos a mi abrigo para no resfriarme, el frío se sentía en el pecho. Me daba la sensación de que cada paso que daba mas penetraba en la oscuridad, y tuve consciencia de que me había perdido en el polvo de las tinieblas, cuando pasé dos veces frente al mismo cartel. Un alarido proveniente de una casa abandonada me erizó los pelos, y aceleré el paso. Toqué el sensor, y me dice: -por fin llegaste-.
-Si, es que me había perdido.
-El último murió de una forma muy extraña.
-Me quedo mas tranquilo -le dije-.
-¿A que se debe tu visita ?
-Pensé que ya lo sabías, desde que Francia dio a conocer sus datos secretos sobre ovnis, la creencia popular no se ha visto modificada, los ufólogos no encontraron nada nuevo en sus archivos que no supieran, mas que algunos detalles que encuentran insignificantes.
-¿Por eso viniste?
-Tu sabes muy bien que la simplificación hacia la filosofía es errática, porque los filósofos estaban equivocados. Pensé que podrías decirlo al mundo.
-¿Decirles que soy un extraterrestre? Nadie me creería, pensarían que estoy loco, y tendrían razón.
-Sabes que no es así. Nadie creería que estas loco porque tu eres la prueba viviente de que hay vida en otros planetas. Tu ADN es prueba de ello. Imagina lo que eso significaría, sería toda una revelación.
-No hay nada que pueda hacerse, los melones deben seguir como hasta ahora y que la revolución sirva para el cambio de fluidos de personas de buen corazón.
-¿ Y la nave ?
- Aún la tengo, no quise venderla.
- Claro... para que no sepan quien eres.
-Janet, trae dos café cortados.
-Enseguida jefe.
-Oscar si que se volvió loco.
-¿Que ha pasado con Oscar? Sufre lo que se conoce como síndrome espacio temporal de dimensiones. Lo observaba sentado en la silla, cuando la silla se elevó y Oscar movía los brazos como dos aletas, y abrazaba al aire. Oscar, la silla levita le dije, pero no me oyó. Me paré sobre la silla, y seguía levitando, una fuerza extraña la hacía levitar.
Entró su esposa y empujó la silla desde atrás y la silla seguía levitando con nosotros encima, la mujer empujaba cada vez mas. Por fin, la mujer se colgó de la silla, porque se había elevado demasiado, y se elevó unos treinta metros de altura. Oscar, deja de hacer eso le dije. No soy yo, me dice Oscar, que de repente abre los ojos y la silla baja a una velocidad supersónica aplastando a su mujer, Oscar salió despedido en paralela oblicua y yo caí de espaldas sobre la maleza. Me fisuré unas vértebras, pero Oscar no sobrevivió el impacto, saqué sus restos de un lago bravío de agua pantanosa, luego de que se lo comiera un cocodrilo.
-Aquí traje los café, señor.
-Gracias Janet, puedes retirarte.
- Ok, señor.
No quiero aparecer frente a una cámara y decir: "vengo de otro planeta", ya me comprendes. ¿Que pasaría si se enteraran que no tengo corazón, que en vez de corazón, tengo un proto-x conectado a mi mente? Puede que vaya a visitarte, si, o yo. Hasta luego. Me desperté y escribí esto, todavía me pregunto si lo que vi esa noche (era un visitante) de otro planeta.