A el mago de la nada Cads
En la fría luz, mientras todos pasan; me miran, mas no me observan, porque, si lo hicieran, sabrían que lloro.
Mi cabeza pegada a la ventana solo puede recordarte, pensarte como aquel hombre... extraño ser de indomable carácter... de gruesos labios.
Ahora que lo pienso, ahora que me quejo de no tener en mi vida ni un amor, alguien en quien pensar, añorar y llamar para colgar... ahora que pienso en ti, recuerdo y sé, que en mi vida, corta vida, solo te he amado a ti.
En ti reconozco la felicidad, lo que he sido y lo que soy... me diste todo lo que tenias, te di lo poco que pude.
Y nos quedamos ahí, arrojados en la cima del dolor, del abandono, abrazados a un futuro que nunca nos prometió nada... mientras la gente pasaba sin mirar siquiera.
Aquí estoy, abrazada a ti como en un letargo, prefiriendo mi dignidad y mordiéndome los labios, porque, aunque te ame... no volverás a mí, ni yo a ti.
Porque aunque te quiera, prefiero vivir sin ti, sin sentirme abandonada, querida sin amor...
Porque aunque quisiera, mis manos se cansaron de jugar al amor
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