Es indudable y totalmente innegable
Es abatible, pero de alguna manera imposible
Movimientos lentos llenos de gracia
Se completa paso a paso
Llenando esperanzas, completando objetivos
Es claro que ahora queremos que termine
Tan solo para iniciar de nuevo
Crear nuevas expectativas y pactar términos
Ver como algunas cosas llegan a un punto crítico
Y otras llegan a un éxtasis incontrolable
Ser capaces de cambiar una actitud
Ó dejar de ser mejores personas
Es un juego de susceptibilidad
Imponiendo tu vista actual, nada que hacer
Esos límites extraños, de poca fé y pocas ganas
Otros puestos por necesidad, la de todos
Transformar lo necesario en lo oculto
Y lo superfluo en necesario
Es lamentable tanto como reprochable
Y todo eso mezclado con la estupidez
Algo próximo, limpio, acérrimo y terrible
Sabemos que es solo abrir una puerta
Para correr a gritar lo que nos llaman libertad
Correr detrás de lo innegable
De aquello que nos aleja de la oscuridad
Sin necesidad de mayores intenciones
Sin mayores molestias ni angustias
Imposible vivir sin tales motivaciones
Estado que todos envidian y quieren
Pocos pueden aparentar y casi nadie tener
Pero podemos saborearlo al mirar al sol
Todo, con los ojos cerrados
No es suerte, ni algo que se hace en grupo
Totalmente individual, así como sus recompensas
Esa satisfacción tan brevemente reconfortante
Ahora es innegable como siempre, el cambio
Que deja a este personaje sin su inspiración
O lo obliga a buscarla de nuevo
Las vivencias actuales ya no concuerdan
Con las palabras que solía escribir
Esas que movían los sentimientos de varios
Y ya no es necesario inspirar lastima
Esto debería ser indicador de mejora
El momento de cambio, inspiraría mejores palabras
Pero en el momento, es un momento incomodo
Decorado con un viento seco, que hiere los ojos
Es totalmente discutible
Este estado absurdo de dejadez