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La oscura habitación le era desconocida, la migraña no lo dejaba levantarse, permaneció acostado en la pequeña cama de cemento.
Trataba de adivinar el lugar, mas no comprendía porque se encontraba en el.
Apenas y divisaba la luz de la luna bajo la puerta.
No temía a la oscuridad, los monstruos de su infancia habían quedado muy atrás.
Temía al silencio mas que a nada, nunca lo había conocido, pero había oído hablar de el, mas era algo que simplemente en su vida no lograba concebir. Esa noche lo conoció, no era tan malo después de todo.
El silencio calló, para dar paso al canto de un insecto. El olor penetrante a azufre invadió la habitación. Sintió un ligero aire bajo su cabeza, justo en su barbilla.
Empezó a preocuparse, cuando su corazón empezó a latir apresurado, intento girar la cabeza, mas no lo logró. Sintió que algo rozó su boca.
Sus ojos empezaron a tratar de describir lo que se encontraba frente a él. La cama rechinó como si alguien se hubiera sentado en ella, su respiración se confundía con otra.
La adrenalina empezó a fluir cuando sintió que alguien lo besaba, trato de apartarse, para poco después intentar adaptarse a esos labios desconocidos.
Calló en un profundo sueño después de lo acontecido.

A la mañana siguiente, cuando el sol entro bajo la puerta, vio que el cuarto no tenia ni una sola ventana, a su derecha, un espejo enorme lo describía, vio el peinador e intento buscar algo que le diera una pista de donde se encontraba. Encontró una foto de Mónica su ex novia junto a Karla, recordó los motivos de su separación, al momento que las lágrimas brotaban de sus ojos.
Intentó formular la hipótesis de lo sucedido, intento salir del cuarto y vio u mar de sangre bajo la puerta, que a escasos minutos estaba iluminada por el sol. Era Mónica, la mujer con la que había compartido 5 años de su vida, tirada en el piso rodeada de sangre, sangre que aún fluía.

Momentos después comprendió todo, cuando vio a Karla, la pareja actual de Mónica, o que hasta hace unos momentos lo era, entrar a la habitación con las manos llenas de sangre.
Karla vio el suelo, toco sus labios con sus manos. Lanzo una mirada a Marco
Y dijo
--Después de todo, después de todo es a ti a quien amó