Siempre que escribo un lúdico soneto con un tema trivial e intrascendente es pura calistenia de la mente como el pintor que arroja otro boceto. Gente pregunta: Cuál es el objeto de escribirle un soneto al presidente habiendo tanto tema conducente a la emoción que brinda el arte neto. Explicarlo por Dios que yo no puedo como tampoco pudo el Gran Quevedo ni Cervantes ni el El Rey Lope de Vega Sólo puedo decir en mi defensa que el poeta sonríe cuando piensa sobre el papel y ríe cuando juega.
Texto agregado el 19-01-2008, y leído por 254 visitantes. (2 votos)