Polvorita…
Malgeniuda y explosiva…como un geiser a punto de hacer erupción…otras veces encantadora y amable, como un gatito a los que ella adora. Así es mi hija María Eugenia…actualmente buscando su camino en esta vida llena de vericuetos y laberintos. La verdad es que su adolescencia ha sido un verdadero caos. Yo creo que se debe sentir como Alicia en el país de las maravillas… Le tocó vivir en mundo extraño y loco y ya no sé si mi hija es introvertida o todo lo contrario, pero a veces reacciona como si fuéramos sus peores enemigos. Yo soy su padre y le hago bromas de las que casi siempre se ríe…pero a veces me dirige unas miradas que me quitan el ánimo y me hacen pensar y cuestionarme. Amo a mi hija…ella es una flor encantadora cuando quiere serlo y nada ni nadie jamás cambiará eso. Deseo que encuentre su camino y que su vida sea feliz y plácida. Ojalá no tenga que tropezar muchas veces, aunque la vida real siempre tiene lomos de toro. Hay que aprender a saltar sobre ellos para no caernos…Ella siempre fue y será nuestra princesita aunque jamás se lo digamos y cuando se aleja y sufre, morimos un poco cada día. Los hijos no parecen entender que los padres también somos sensibles y que lloramos en silencio cuando nuestros hijos sufren…La vida recién comienza a los 21 años…la verdad es que la vida siempre está empezando y los dramas de hoy, mañana son agua que corrió bajo el puente. Deseo para mi hija una felicidad enorme…espero que ella descubra que el noventa y nueve por ciento de la felicidad, depende de nosotros mismos… a veces se esconde como el gato de Cheshire y nos sonríe desde lejos… antiqualost55@hotmail.com