Cuando las horas y los sueños
no son capaces de contenerte y
en las sombras te busco
y la realidad con su monserga
aletea, por que me voy de ella
y mi cuerpo viejo se desarma en explicaciones
ni los silencios y los ruidos pueden,
ni los amigos y los compromisos
alejo los pesares, los encierro
junto a las cuentas y me largo… a ti
amanezco en el sur sin remordimientos
te recojo de cada pueblo a orilla de los lagos
hueles a leña recién cortada
y a pán amasado de la mañana
vuelas con las calandrias
amarrada a un recuerdo que explota en nuestra realidad
pedimos permiso al mundo por nuestra ausencia
y por que cuando retornemos a él
tú no serás la misma yo seré mejor
cada mañana
enhebramos la aguja del amor eterno
nos subimos a una nube
y la vida empieza...
Texto agregado el 18-01-2008, y leído por 521
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