Delicadas y silenciosas,
finas y con pequeñas heridas,
soñadoras y distantes
creando bajo su mundo
una vida,
un amor,
un brebaje.

Fieles compañeras de una mente poderosa,
autoras de mentiras,
autoras de verdades,
curiosas por instinto
y mágicas por instantes.

Son creadoras de tierras misteriosas,
suelen perderse en el océano de una prosa,
se deslizan pausadamente sobre una poesía,
intentan alcalzar las estrellas
y a veces se conforman con la melancolía.

Son mis manos de poeta
las interpretes de mi alma,
las que plasman a mis letras,
las que me llenan de calma.

Son mis manos de poeta
las que gritan mi silencio,
las que expresan mi tristeza
y las que lloran con un verso.