Soy un esclavo de mis memorias,
de mis errores, de mis orgullos
que logran ser libertades
por dentro de mis sueños,
y congelados en el recuerdo
siempre lo olvido abrir
las puertas, de tu mirada
y así apareces tan celestial,
y tan bella, tan simétrica,
tan armónica con tu sonrisa,
de la chica perfecta.
Ella vendrá a encontrarme,
será mañana
cuando caerá del cielo,
caerá en mi propio silencio.
La orbita de mis sonidos
y mis sueños,
de un soñar lejano
donde las fantasías
viven de ilusiones
y se alimentan con la realidad,
y de lo extraño
forman las líneas de mis pasos
externos a lo pensado...
y mientras te veo
miro y pienso,
y mientras te veo
eres mi sentido verdadero.
Encontrarte en mi regazo
mientras descanso,
encontrarte, mientras te ensueño
entre mis brazos,
y me encuentro con la irrealidad
del apropiamiento, de la verdad,
y sueño, y vuelvo a tratar de nuevo,
y me encierro, en los pasos
y me alejo...
solo, ahí... ahí me dejo,
pensando, pensando de nuevo
y abandonando la solitaria
ausencia de sonidos,
en el silencio,
en la soledad,
solo sueño con volver a encontrarte,
con encontrarte en alguna mirada,
y volver a intentarlo,
y las fuerzas que tenía
me las han quitado,
¿donde están?, perdidas,
y ¿donde estas?, viajando.
Caerás un día desde el cielo
y te observare, contemplare tu mirada
y algún día aparecerás,
me daré cuenta
y serás todo, tan perfecta...
mi realidad...
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