Y al entrar en la habitacion con los ojos nublados de lagrimas, me sente en aquella silla en la que muchas veces reía por ningun motivo aparente, en el que era feliz. Y al estar sentado mire a mi alrededor y encontre muchas cosas: a mi derecha borrones en el amor escritos en cobre, a mi izquierda... a mi izquierda tenía una ideologia sin ideas claras, tras la cual me refugiaba y con la que creía tener una respuesta para todo, pero todas las respuestas eran mentiras hipocritas que repetia con concienciada falsedad. Y tantas veces utilice ese recurso que lo hice mío y contigo lo probé, ya sabía engañar mirando a los ojos y pronunciar un leve "No te quiero". Delante mío, una ventana que me devuelve una trista imagen de mi ego, porque ese no podia ser yo; y tras ese crital había un trebol marchito de cuatro hojas y descubrí que hacia tiempo que acabo mi suerte. A mi espalda. A mi espalda, había algo nuevo, encontré un pasado del que siempre rehuí por acabar apaleado y herido. Y ahora son tantas las heridas que quedaron abiertas, que abrir mi corazon me resulta algo utópico...Al comprender esto y saber que tenia a mi alrededor, entendí que acaba de no saber donde estaba yo.