Sus pies están ardientes, tiene el mundo en sus manos, es alado y perfecto. Pero es demasiada responsabilidad. Penso en dejarlo caer, miles de vidas, no significan nada, ni siquiera parecen materia, ni es tangible un humano a su lado.
Pero ve la gente que llora, que reza y le pide a el, a sus antagónicos, antagonismos que solo el humano inventa. Ve en las manos de las madres lagrimas porque perdieron a sus hijos, madres que crían con desdicha hijos idiotizados por esa falacia del capitalismo. Y sabe que el capitalismo no es ni siquiera la punta de la pirámide.
Pero sigue, por ellas, por la gente que muere de hambre, por la gente que tiene que socorrer amores ensangrentados en sus brazos. Y él sabe que el sufrimiento no existe, el sufrimiento no es mas que una partícula de polvo en el cosmos, pero ellos nunca no le entenderán, no entienden todavía el amor. Están abstraídos en eso a lo que llaman cultura, y se olvidan de su naturaleza, en como solían vivir en libertad y armonía con la madre tierra.
|