Tengo los ojos cerrados, una inquietante sensación de paz, alegría y emoción
Es el corazón que te siente venir
Más tu mano al entrelazar la mía, calma ese devenir
El roce de nuestras auras vaticina lo que ha de suceder
Como el atardecer que inexorablemente llega, tu cuerpo y el mío se reclaman
Se necesitan, se proclaman
Los nervios de la cercanía dibujan sonrisas nerviosas
Acalladas por besos
Bocas que se buscan, que se acarician sutilmente
Apasionadamente, lentamente en un ciclo de nunca acabar
Mis manos te dibujan de memoria como si ellas conocieran la verdad de tus secretos de mujer
Las tuyas hacen aflorar en mi lo viril de la naturaleza
Piel reclama piel
Estas se funden en una ecuación perfecta
El tiempo, el mundo se detiene, solo los vaivenes del amor cuentan en el espacio
Tu voz me dice que ya eres mía
No para siempre, pero hoy eres mía

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