Dios mío, hay tantos libros y aún habrán muchos mas que, de solo pensar en escribir un poco mas, quisiera decir hasta aquí llegué, pero no puedo... me quedo con las palabras de Becket: "escribo para respirar". me gustaron sus palabras que saqué en una entrevista que le hiciera Charles Juliet... recuerdo que decía que le hubiera gustado no haber nacido, muy fuerte frase para mi entendimiento, como sentir que nada tiene mas sentido que ser borrado por la nada, en un mar oscuro absorbido por esa gigantezca mota de lo absoluto. mejor lo dejo allí, en manos de ese hombre que a los cuarenta años descubrió que para escribir no era necesario un proceso intelectual, no, sino, escribir lo que se siente, nada mas... ¡qué manera de decir las cosas! y aquí estoy, al igual que esos cantantes que gritan a voz de cuello lo que sienten en ese instante al interpretar lo que desean ser... en mi caso, escribo porque es un poco tarde para un viejo como yo que no le queda mas que expresarse tal como le salen las palabras por ese orificio natural del alma, y como todas las cosas de dentro, sale con belleza, con sentimiento, con eso invisible que nos toca a todos día a día, noche a noche...
en estos tiempos no camino mucho, mas bien, manejo mucho. llego a una casa, bajo del auto y le doy la vuelta a la casa. hay veces en que llego a la mar y me cubro con una frasada y escucho las olas, suaves, como si fueran sacudones de ser de agua, gigantesco y tranquilo... pero mas viejo que todo lo creado... me gustan esos momentos en que comulgo conmigo mismo y en ese momento, abro mi cuadernillo y escribo lo que siento, y es muy bello que sea de esa forma.
ya mas tranquilo, salgo a caminar por la orilla y veo una que otra gaviota. las veo y siento paz, tranquilidad, eso que moja mi mundo interior y que se refleja tan bellamente en el vuelo de esas aves... camino por la orilla y dejo mis huellas borrarse por las olas del mar...
ya en mi casa, prendo todas las luces, me sirvo una taza de te y me siento con un poco de pan a mirar la TV. me gustan esos momentos y noto que todo está bien, todo, hasta la gente que entra y sale de mi casa, que dicen ser mis hermanos y hermanas, pero yo los siento que son viajeros, como yo, viajeros de la vida por ese auto llamado momento...
san isidro, enero del 2008 |