Observo mi rostro en el espejo, una sonrisa me indica paz, unos leves tirones de cabello masajean mi cráneo, uñas que lo rascan y relajan, música y el recuerdo de la más bella persona que me acompaña. No estoy sucio ni odio ¡No te necesito, obstinada soledad! Colapsé, caí en la trampa, mas no es complicado, entregar, siempre entregar, olvidarme de mí, entregar, lo que ella quiere es mi amor y pequeñas cosas que hacen sentir a las mujeres. El resto ¡Que se pudra el resto! Si los demás no se dan cuenta a pesar de que lo intenté, nada más puede hacerse. Cada cual elige su bien. "El bien es obrar según la conciencia" Leí por ahí. Calma, por fin, amar y luchar por amor. Cosas por el amor. No es domesticarse, es satisfacer al que se ama sin caer en el juego del otro. Si ella lo necesita no quiere decir que yo sí. Relajarse y reír... Mientras puedas, claro está.