Recuerdo las palabras de tu alma
Aquella noche de invierno.
Que con puño en garganta
Y con sepulcro en manos
Pronunciaste a mis oídos
Que miraban con recelo:
Nuestro amor es una ola
Remota e inalcanzable
Que flota en el espacio
Y que muere lentamente de sueño.
Entonces mis latidos se secaron
Y un búho negro y colosal
Tocome con sus alas en mi pecho.
Recuerdo aun las palabras de tu alma
Aquella noche de invierno.
Comenzaste de pronto a sollozar
Yo era incapaz de hacerlo
Pues mi alma estaba rota,
Muerta, y brutalmente desangrada.
Por tanto me dispuse
A entonar unas fúnebres palabras:
No fuel mar lo que busqué
En tus cabellos y sonrisas
Tan solo fuela llama sonrojada
Lo que hizome caer preso
De tus ojos y tus huesos
Sellando en mi alma una estatua
Con letras de infinito.
Recuerdo las palabras de tu alma
Aquella noche de invierno.
El eterno resorte
De por las sendas tu cuerpo
Y aquella luz angelical que brillaba
Tras tus labios de cruda piel.
Ahora los cavilo, un año después
De sentirlos por última vez
Y son tan sólo polvo y carne
Manchados de lujuria y traición.
Pero se, ¡ay! que tus ojos son y serán
El fruto más preciado que mi alma
Ha y habrá probado;
Y tus cabellos de oro ancestral
El alimento más cálido y escaso
Los versos más hermosos y soñados.
Recuerdo aun las palabras de tu alma
En aquella noche de invierno.