Nuestra Última Vez
Tus manos siempre eran más rápidas que yo, y recorrían mi cuerpo con tal sutileza, que mi corazón sin notarlo aceleraba sus latidos, mis palabras nerviosas se quebraban en tu oído , y tu lleno de paz posabas tus labio en los míos , dándome la mas gentil de tus caricias, mientras me enredabas en tu cuerpo. Mis manos se escondían en tus espalda y las tuyas recorrían mi cintura, tus ojos me miraban con dulzura pero tu rostro indicaba pasión.
Existía una hoguera entre nosotros, el fabuloso tu y yo se expresaba en lágrimas de sudor, mientras tus manos tibias que ya conocían mi cuerpo, se aferraban cariñosas a mi piel. Las sábanas nos llamaban , con más emoción que antes, ellas eran más sabias y vaticinaban que este seria nuestro último encuentro, exclamaban con fervor que nos enredáramos en ellas y pedían a gritos diéramos lo máximo de nosotros este vez , que nuestra placer no pensara y solo actuara que la pasión y el amor nos inundara, que cada beso, cada caricia fuera más fuerte que la anterior que fuera imposible borrar este día de nuestras memorias, porque sería el último en el que tu y yo seríamos uno...
Las sabanas esta noche me explican que sucedió, el por qué de todo y la actual ausencia de este amor y me piden que nos las manche con lágrimas de amor.
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