FANTASMAS DE LA VIDA
En el abismo de la rutina se ve atrapado el débil,
Camina hacia la cúspide de la situación
Allí, la desesperación lo carcome y lo convierte en victima de la resignación;
La sangre hierve y se hace volcán en sus venas,
Un poco de llanto, un poco de confusión, un poco de desprecio,
El débil se consume en su pasión.
Segundos críticos llegan y se hacinan en un mar de pensamientos,
Ríos de nostalgia buscan su cauce dentro de un hilo de desiciones,
Desiciones intensas, excitantes, sombrías y culminantes.
Ahora la sangre pide a gritos un curso a su destino, la sangre pide a gritos un final.
Embriaguez de sensaciones es lo que inicia en el alma del débil,
Ahora es él quien decide perforar los límites de la vida y adentrarse al descanso incierto.
La daga del dolor invade al cuerpo y absorbe la vida, el abismo de oscura eternidad se abre,
Es hora de cruzar el umbral, y gritar al mundo en silencio.
El sufrimiento cesa e inicia el fin de la carne,
El reino de los muertos aguarda al inconciente.
Alimento de la muerte y ausencia para la vida, eso es el débil dentro de su eterno y amargo sueño de expiración.
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