A pedido de un cuentero, subo este texto, y te digo: por supuesto que se aceptan peticiones... por lo que te lo dedico, a mi queridísimo Jalej (que es Ale, pero tiendo a deformar todos los nombres, como es mi costumbre) o bien [U:patasflacas-quebradas] Aquí está el texto que creo mencionas, y desde ya quiero decirte, que para mí es un halago que lo recuerdes!!!
Mi agradecimiento y besosos, Suy )-(


Sola.
Fue la palabra que retumbó en mi cerebro una y otra vez, luego de ser dirigida por el muchacho del bar. ¿Te vas sola?. Y esta palabra seguía retumbando, mientras caminaba por el cemento de luna, adoquines que se clavaban en mi frente, con golpes sin golpes, la temperatura era casi imperceptible, y cada paso pesaba toneladas, pero creo que tampoco los sentía, o por lo menos, no me detuvo para continuar con mis pensamientos; con teléfonos dibujados en los papeles de mis bolsillos, con imágenes de decepción y reproches bailando en la música de mis costados, con las palabras de un amigo resonando en mis oídos, destinando a estos pasos al refugio de nada, o de todo.

Sola.
Me encontré de pronto, parada en un puente, mirando el río, y me sentí una estúpida creyendo que me devolvería el gesto de estar observándolo, creyendo que tal vez, me de una respuesta, o más bien, una solución, porque aquella yo la tenía, solo que en ese mismo momento en que las preguntas y las conjeturas, se hacían nube en mi pecho, sentí que la respuesta me estaba tironeando la ropa, me quitaba el aire, me cortaba la respiración lentamente, pero cada vez más veloz. Y cuando mi cuello luchaba contra una asfixia que anunciaba prominentemente su poder, recién ahí, pude conducir mis manos hacia la bufanda que me rodeaba, y que poco a poco se ajustaba para concretar la opresión completa.

Sola.
Desenrosqué ese trapo de mi cuerpo y se lo regalé con toda mi furia al río, sabiendo que un obsequio arrojado con tal arrebato, no me devolvería nada, y era lo que realmente yo buscaba en las cosas, que nada me den, más de todo lo que me habían dado. Pero contradictoriamente, asumía que en la desesperación me enfrentaba a la noche, para interactuar con materias que me inviten a conversar, y justo topé con el agua. Quise con mis pupilas sumergirme en una marea de definiciones, y en el intento, me di cuenta, que yo no se lo di como regalo, sino que el río, me hipnotizó con su reflejo, para robarme mi asfixia, y ahí comencé a entender, que algo se movilizaba dentro mío, que de la nada, y no de la nada, alguien, algo, desenroscó la bufanda de mi cuello, para ofrecerme un nuevo detenimiento, en algún otro fenómeno de la tierra, y ver, qué me tenían preparado, en la próxima posta.

Sola.
Así seguía retumbando esta palabra en mi cerebro, y automáticamente, un mapa que mi mente visualizaba nítidamente, me marcaba los puentes, todos los puentes cercanos que serían mi destino de las próximas horas... “puentes”... como si de nuevo, de la nada, o de la no nada, del todo, o del no todo, alguien o algo, me conducía a estos, como si acaso descifraría en ellos, algunos de mis interrogantes.
En marcha se puso mi sangre, que casi ya no era la mía, sino apenas una concentrada manía de desilusión, ya no quería fuese mía, ya no quería sentirla, ya era ajena a todo lo que quise, ya era puerta de todo lo que no quise, ya no era. Y en esta dirección, esta sangre, consumió las cuadras vacías que intentaba llenar con el alcohol de las venas, sumiendo en barnizados escalofríos, el desdén de aquella palabra, que había retumbado en mi cerebro, “sola”, por el cemento de luna.

)-(