Reflexión.
Releo los acontecimientos de los últimos tiempos y me asusta lo negativa que puede llegar a parecer mi visión de este mundo, he sido muy critico del actual modelo económico, de la distribución de la riqueza en el mundo, de los actores en los actuales conflictos que afectan a mi país o que se dan ahora en el mundo.
Es quizás mi proximidad en algún momento de mi vida con el conflicto colombiano lo que me lleva a criticar toda acción que vaya en contra de la vida sea cual fuere el bando o color. En este fratricida conflicto interno no puedo entender la muerte de tantos jóvenes colombianos ya sea del ejercito o de la guerrilla, sus madres son las mismas mujeres campesinas u obreras quienes siempre soñaron un mejor futuro para sus hijos, y no el ver truncadas sus vidas en este conflicto estúpido de mas de cuarenta años. Una solución política buscando el consenso y un sociedad más igualitaria debería ser la base del cambio, pero ello también significa, dialogo, humildad, transparencia, desprendimiento, sacrificio, aceptación, perdón olvido. Cuando alcancemos esto daremos un punto de quiebre a nuestra historia.
En lo internacional las cosas se hacen mas complejas por lo irreconciliables de las partes, son tantos los intereses y tan fuertes los sentimientos que la barbarie de sus actores pareciera escalar y llevarnos por nuevas paginas oscuras de la historia de la humanidad. Ni las bombas inteligentes ni los locos fundamentalistas suicidas pueden tener cabida en una sociedad mundial de avanzada, preocupada por el desarrollo del hombre como hombre.. en este sentido por mas que se quiera no se puede ser menos que pesimista.
Si en la antigüedad ha sido la inquisición el motivo de freno de desarrollo de nuestra sociedad, son ahora los conflictos por igual el freno de nuestra especie, perdemos la oportunidad de lograr una verdadera evolución como seres pensantes y más bien seguimos manteniendo abiertas las puertas para la bestia humana que aun no terminamos de dominar.
Nuestro divorcio con nuestros entornos comienza a pasarnos factura de cobro, ojala y no sea muy tarde cuando nuestras sociedades despierten de este sueño mercantilista donde todo es valido en función de la utilidad, de lo material, de este consumismo que acorta la expectativa de vida de nuestra especie.
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