La Búsqueda.
…Donde están mis gafas?
Esa voz grave que aun a ella atemoriza se vuelve a dejar escuchar.
…Por Dios donde están mis gafas?... es que carajo no entiende que necesito mis gafas,..
Nuevamente su voz se desliza por los intrincados recovecos del pequeño apartamento, pareciera que allí el mundo se detuviera y la voz montada en aquel vaho adormecedor de las dos de la tarde se quedara formando ondas como en un estanque.
La luz amarillenta proyectada por el viejo periódico que hace las veces de cortina da un extraña ambientación al lugar donde estas dos almas han venido ha buscar refugio para vivir sus últimos días, en escasos veinte metros cuadrados, allí están las miserias y riquezas recogidas a través de estos ciento treinta y cinco años vividos, el cinco años mayor que ella casi ya no camina, la artritis la gota y algunas dolencias mas, fueron la cuenta de cobro a una vida desordenada donde las comilonas y los excesos ahora pasan la cuenta. Ella menuda, casi hasta los huesos, tiene con su cabello extremadamente cano y su color cetrino le dan un aspecto casi fantasmagórico, si en el fueron los excesos, en ella la privaciones han marcado su vejez.
..Mujer y es que no escuchas?
Ella clava su mirada a través de un pequeño resquicio en la ventana, pareciera buscar un algo perdido, las manos en su regazo juguetean con el viejo rosario de plata vestigio de tiempos pasados donde cierta abundancia reinaba en la que era su casa, pero ahora allí, el olor a húmedo, el polvo y el sordo sonido de los autos en la calle ponen de presente que en aquel cuarto de ese mísero inquilinato algo en este tiempo ha cambiado.
..Mujer!!,
su voz ahora se desgarra en un grito, el sonido de una música caribe se escucha acallando su ultimo grito, como tantas otras tardes de sábado, en la tienda vecina esta musica acompaña las interminables partidas de domino que allí se escenifican.. una cama, una mesa, cuatro sillas una beca, un pequeño armario, cuatro cajas de cartón, algunos libros amontonados, uno dos cinco cuadros , un poco de ropa aquí, otra mas allá buscan robar un poco de aire para terminar de secarse.. esas sus pertenecencías, por lo reducido del espacio pareciera fueran colocadas como respuesta a un acertijo. Ahora ella sonríe quedamente,
…Juan es que no te acuerdas en tus zapatos,.... donde? ..en tus zapatos hombre, están en uno de tus zapatos.
…ah.. mujer donde y donde esta mi libro?
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