Estimado Señor:

He visto cómo la humanidad ha involucionado últimamente, tengo que felicitarlo y confesarle mi envidia, Usted ha logrado con vendimias de bondad lo que yo nunca logré con perversas sutilezas, su estrategia ha sido admirable.
Debo reconocer que usted ha hecho un trabajo digno de escribirse en los canones de la sabiduría.
Por eso, el motivo de mi carta, es para invitarlo a cenar a mi palacio y poder discutir algunas estrategias para seguir hundiendo a los humanos, es muy importante para mi compartirle mis ideas y que usted pueda perfeccionarlas; me gustaría establecer una asociación formal con usted y dejar de lado nuestras diferencias, tengo claro que podremos trabajar mejor juntos para lograr nuestro objetivo común.
Sin más por el momento, me despido de usted y espero una pronta respuesta.

Su amigo:
S

PD: Será recibido como auténtico rey y podrá disfrutar de todas las delicias que existen.