Mi pulso se ha cansado,
ya de lágrimas por ti,…
y mis venas se secaron,
como la tinta de mi bic…
Por mas que escribo y escribo,
ni un “no más” yo recibo,
y lo que mi triste buzón extraña,
es una mano de auxilio,
que arranque sus telarañas…
Rompe el silencio de mi lápiz,
con un grito desesperado de tu pluma fuente,
y oblígame una vez mas,
a escribir sobre el lienzo de tu piel…
A perfilar las constelaciones,
que en las pecas de tu espalda se esconden,
déjame trazarlas con el pincel de mis labios,
y tatuarlas en tu cuerpo,
como un cuadro de Monet!...
Vuelve a ponerle colores a mi paleta,
y descubre mi obra inédita,
devuélveme tu, el aliento perdido,
que alimenta el grafito,
de mi lápiz vacío…
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