A la mujer mas hermosa de este mundo.
Luciérnaga de luz, sincera y simple.
Vuelas en la poesía de un poeta,
Arrogante y obstinado, llamado vida.
Por latir tiene tu aleteo,
Y tu sonrisa al viento,
Cae fugaz en la acuarela de mi beso.
Mariposa de luz propia,
Alimentas mi alma
De deseo y amor profundo.
Luz de ciénaga amadas,
Con brotes de caricias
querida mía te quiero.
Como en el aire hay viento
En mi mano, hay manto
De néctar cupidiano, te amo.
Flechas que no hieren,
Pero abren el corazón amado,
Para volver a amarte.
Mujer esencia de perfección,
Mi pecho inclina el corazón al suelo,
Por un beso, por un mísero beso.
Rodillas de barro,
que menguan en la tierra,
y piden tu agua... cariño máximo.
Finalmente amada de la perfección,
Beso tu frente en los sueños.
No desampares al poeta, que tanto has amado.
|