En una de las conversaciones, se sintió tan confiada que estuvo a punto de creerle, pero era una mujer de ideas fijas.
-pero te lo ruego, confía en mí, no tienes nada que perder si me acompañas. Si te quedas aquí, lo único que vas a lograr es aumentar la rabia que hay en tu bello y puro corazón, terminarás cayendo en los brazos del secuestrador y yo no quiero eso. Además Ignacio esta muy preocupado y Chirley te extraña mucho.-dijo el espía, siendo lo mas sincero y convincente que pudo, ya no tenía más argumentos y ahora decidió dejar hablar a su corazón.
-¿Cómo sabes los nombres de mis amigos?
- pero si te he dicho mas de 1000 veces, que me enviaron de la agencia a buscarte, pero tu dale con que te estoy mintiendo.
-y no te creo aun.
-y ahora ¿porqué?
-porque podrías haber escuchado sus nombres en cualquier parte, hasta el secuestrador se los sabe; y además todavía hay dos cosas que no me cuadran.
-¿Cuáles?
-bueno lo primero, es que si tu vienes de parte de la agencia, eso quiere decir que ya me reemplazaron y no me necesitan, entonces ¿Por qué te mandaron a buscarme?, lo otro es que si no me conoces ¿Por qué insistes tanto en rescatarme? Si yo me quedo aquí tú podrías quedarte con mi puesto ¿Por qué te preocupas tanto por mí?
-pero esas son tres preguntas y tu me dijiste que habían dos cosas que no te cuadraban.
-fue un error de cálculo, pero ahora respóndeme.
-ya pero tu tienes que prometerme que si yo te respondo, tu te vas a ir conmigo.
- OK es justo, pero aun yo tengo una condición.
-¿otra?
-si, quiero que te saques la capucha, necesito ver tu cara para saber si eres sincero o me mientes.-pidió tiernamente.
-esta bien, pero tu estas poniendo mas condiciones que yo, me quedas debiendo una.-le respondió sonriendo y logrando sacar la primera sonrisa de la joven.
-pero si soy yo la que tengo que confiar en ti, no tú en mí. Ya sácatela.- justo en ese momento entró el empresario y el joven al verlo salió de la habitación, fingiendo tranquilidad.
-me mandaron a ver como estabas- dijo el empresario.
-esa no te la crees ni tu mismo.-contesto furiosa.
-que tonto soy, ni siquiera me ha presentado. Soy Juan Carlos Catalán.
- y que te hace pensar que yo quiero saber tu nombre.
-¿Qué paso? ¿Parece que llegue en mal momento? ¿Arruiné algo?
-no, es solo que tu cara me molesta, así que ándate.
-me voy pero esto no se quedará así.