En el misterio azul vive el pájaro, que no logró su vuelo. En esa cerrazón de hastiado verso muere la poesía. Laberinto de sangre girando años en búsqueda de paz. Es la piedra del mundo, en su orfandad, que se transforma en llanto. La añoranza es rocío que calma y llueve las planicies del alma. El aire se interrumpe, intimidado por la gloria del cóndor. Embriagado de heridas y solitario el corazón desflora. En las grietas del viento la voz se hunde deshojando alboradas. Hilvanan desencuentros hilos de ira y los viejos rencores.
Texto agregado el 09-01-2008, y leído por 207 visitantes. (2 votos)