Lo meditó durante un largo rato, dejando caer suavemente las palabras en la cavidad vestibular, por si aún pudiesen reaccionar entre ellas.
El dolor de cabeza lo ametralló.
Pensó en el discurso una vez más, por si se le estuviese escapando algo de todas las palabras importantes que debía pronunciar. Hizo una lista mental y prenatal de todas ellas: neurona, neurona, amiloide, tau, neurona, neurona, Alzheimer, neurona, neurona.
Segunda metralla del dolor sin tregua.
Luego respiró profundo, masticando el sabor de cada diapositiva para no olvidar ningún detalle. El tema y objetivo principal: Nuevas señales moduladoras de aparición de qué importa qué, la misma historia de los Fenicios y otras enfermedades neurodegenerativas. Entrar a la sala de conferencias, subir al podio y comenzar la exposición.
El dolor de cabeza lo ametralló.
Trata de pronunciar palabras importantes, recuerda su lista, pero los sonidos guturales se agolpan en su frente y tuercen su lengua y boca. El ritmo fatal de la embolia, detiene el flujo de sus descubrimientos sobre fisiología del cerebro.
Trata de pronunciar la palabra neurita, sinapsis, pero el dolor le ametralla y el definitivo corte de luz le apaga por completo.
La primera diapositiva muestra un corte medio sagital de un cerebro de c. elegans afectado por una placa amiloide en forma de sonrisa.
Cae el telón.
Se les ruega a los señores académicos mantener la calma. La conferencia se retrasará unos momentos. |