Pero atentti coquistador que en la otra margen hay macacos.
Una niña de tan solo once años,
encontro un bebe,
y despues una calabaza de gran tamaño,
se adueño de ambos,
e intento alimentar al borego haciendo una sopa con el hallasgo.
Cuando clavo un punzon en el Zapallo,
salio un olor nauseabundo,
La niña tomo al bebe para luego refugiarse en la eficas replegada retirandose del lugar,
pero custodiando la zona.
De entre una arboleda de donde se acantono,
pudo observar hacia el fondo,
como del encantado fruto podrido,
salia una gas de color verde.
-Suerte que no hice aquella sopa.
Penso la niña, mientras seguia pensando que le daria de comer al bebe.
Pero, de la calabaza continuaba saliendo humo,
parecia un volcan pues tambien saltaban
chispas de colores.
Descarto la posibilidad de que el coloso,
sea una chasco gigante para bromas,
pues no habria tanto descuido.
Cuando parecia que todo iba a terminar,
salio un polvo verde en forma de estertores finales,
el Zapallo empezo a temblar lazando un chorro como de pozo de petroleo, de ese mismo polvo,
que copo la atmofera, como cuando la policia arroja gases lacrimojenos.
Oh, por fin se fue ese olor desagrable,
se ha disipado trocandose en perfume lavanda.
El recien nacido se incorporo del suelo,
y empeso a caminar.
La niña sintio asco de ver ese milagro,
porque no podia asociar en la mente esa imagen tan potente; de todos modos siempre el humano festeja esta remota posibilidad,
entonces ambos comensaron a bailar.
Los galpones seguian siendo galpones,
pero de donde la niña hubo visto minutos antes, entrar un camion con mercaderia,
ahora salia una carro antiguo repleto de calabazas de gran tamaño.
El niño no solo camina como un hombre sino que tambien habla.
Su nombre es Horacio, sueña con ser grande y dezatar a su pueblo de la opresion de la medicridad.
O mejor, conducir el destino de su nacion,
y hacerla tan grande que no quepa en el mundo.
Por su parte, Beatriz reprochaba,
dirigiendose a Dios,
que para ella no hubo nada.
Por precaucion, se rapo la cabellera esplendida
que tiene, para fabricarle un peluquin a Horacio.
Quien desde hoy sera para la sociedad,
un pininino contrahecho, sin empleo,
padre la niña obvediente,
pero que,
ahora estarian pasando por un mal momento economico, pues la cuentas no dan.
punto.
Viudo.
Entonces la niña, le maquillo arrugas en el rostro.

Lo sorprendente de esta pareja singular,
me refiero para la sociedad que los recibio sin cuestionamientos, era que paradojicamente el enano lentamente dejaba de serlo;
deparandole esta contrariedad. Al fin!
Decia, buena fortuna,
que suerte,
porque asi pudieron sellar el viculo,
consiguiendo su primer tarbajo rentable,
en un circo de verdad.