Mi hermoso botoncito
ya se convirtió en botón,
mi ángel pequeñito,
ya es un mujerón.
Admiro tu belleza,
mi preciosa pequeña,
y hoy que tu vida empieza,
cierra los ojos y sueña.
Me has dado bellos años,
mil sonrisas hermosas,
han sido tú y tu hermano,
cosas maravillosas.
Preciosas es la vida,
por tenerlos a los dos,
que en mi eterna alegría,
agradezco a mi Dios.
Ya creció mi pequeña,
ya es una mujer,
y a la muñeca aquella,
sólo la habrá de ver.
Ya pasaron los años,
ya no va de mi mano,
a fiestas y cumpleaños,
la acompaña su hermano.
Irradia juventud,
mi pequeña princesa,
pues nadie como tú
para tener grandeza.
Nunca humilles a nadie,
mejor regala amor,
que el tiempo ha de pagarte
con una linda flor.
Sonríe a la vida,
mi lucero radiante,
que curarás heridas,
con tan sólo mirarles.
Agradece a la vida,
por todo lo que te ha dado,
mi niña tan querida,
tú eres mi gran regalo.
Si pudiera regalarte,
yo te daría el cielo,
para así halagarte,
también mil luceros.
También un millón de estrellas,
o la preciosa luna,
y las praderas bellas,
el mar y las lagunas.
Te doy mi bendición,
pedacito de cielo,
junto a mi corazón,
tu amor será eterno.
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