TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / voces_y_ecos_de_nuestra_gente / Caminando bajo la lluvia ( escribe ROSALENA_56 )

[C:329965]

Caminando bajo la lluvia

Era un día espléndido, para mí que me gustan la lluvia y los días fríos de invierno, porque para cualquier otro no hubiera tenido nada de espléndido. Llovía con esa lluvia intermitente que te entra hasta por los poros, te recorre todo el cuerpo y vuelve a salirte por los poros. Y así iba caminando yo, sin paraguas bajo el agua, tratando de esquivar los charcos sólo por jugar.
Llegué a la esquina de Pellegrini y Mitre y me detuve para cruzar esperando el cambio del semáforo en el preciso momento en que un idiota atravesaba velozmente la calle casi rozando el cordón de la vereda y levantando una ola que yo creí de dos metros de alto.
-¡Pedazo de tarado!- me salió de adentro sin pensar que yo era mujer y debía comportarme como tal, que tendría seguramente gente a mi alrededor y no quedaba muy bien expresarme de esa manera. Me di vueltas tratando de disimular y recorriendo con la vista a mi alrededor. No había nadie. “Estou sozinha”, pensé en portugués para practicar un poco y me metí en el barcito de la esquina para sacarme el barro de la cara mirándome en el espejo del baño.
Entré, me lavé y salí. En una mesa, un hombre canoso de unos cincuenta años y de traje gris tomaba un capuchino. Cuando nos cruzamos las miradas se levantó y muy amablemente me invitó a acompañarlo con otro capuchino.
-Gracias, estoy a dieta, prefiero un café solo.
-Me llamo Lucio- me dijo con un notorio acento brasileño- e você?
-Franchesca, pero se escribe Francesca - le contesté - y para desgracia de mi padre que hubiera preferido que estudiara italiano, estudio portugués y trabajo en una compañía con sede en São Paulo.
Bastó ese diálogo para que la conversación se extendiera por cuatro horas, lógicamente mientras afuera llovía ahora torrencialmente y el mozo del bar no terminaba de traer cafés, capuchinos y medialunas ( saladas, por supuesto, yo estaba a dieta).
Cuando me di cuenta eran las once de la noche y ya no tenía más ganas de caminar bajo la lluvia, no fuera que algún otro tarado me volviera a mojar como antes.
-Yo te llevo- me dijo Lucio- tengo el auto acá nomás.
Y me dejé llevar, encantada con la amabilidad del brasileño que prometía bastante.
-¿Nos vemos mañana?
-Bueno- le contesté- a las 7 y 30, en el mismo barcito.
-Si continúa lloviendo- agregó sonriente -prometo no volver a mojarte.
Me quedé helada pero sonreí también, y pensé: - “¡Pedazo de tarado!”
Al otro día, la lluvia continuaba, pero mi piloto nuevo me tapaba hasta los tobillos.

Texto agregado el 05-01-2008, y leído por 2441 visitantes. (4 votos)


Lectores Opinan
19-01-2008 Después de todo valió la pena mojarse. Muy entretenido tu escrito.- PeggyMen
06-01-2008 jajajajajajaja m'hijita, es que hay cada tarados dando vueltas por el mundo por los cuales da gusto mojarse las polleras, embarrarse los zapatos, tomar café toda la tarde ... en fin ... y hasta perder la cabeza. Muy lindo relato que nos muestra un personaje fresco, espontáneo, y lo más valioso, con muchas ganas de vivir. Felicitaciones, 5* sara_eliana
06-01-2008 final sorprendente, se lee todo de un tiron de un respiro. muy bueno rosalenita***** alejandrocasals
05-01-2008 ¡Sorpresas que da la vida!, en cualquier lugar, con lluvia o con sol, en el momento menos esperado, podemos encontrar a esa persona, con la que al menos, un café nos parece más delicioso.*****Afectuosos saludos. sagitarion
05-01-2008 Tenés esa capacidad impresionante de meternos en la historia, de andar tus calles, de sentir que uno es ese personaje, esa sorpresa, esa licencia de lluvia convertida en arco iris. Tenés esa capacidad tremenda de abrazar como sea que sea. Porque tenés una capacidad que tienen pocos: abrir el alma, pero sin bisturí, con una pluma.. de ángel. Vos sos un eco y voz de mi gente... hablar un mismo idioma.. no tiene precios, ni distancias.. es ser reales y posibles. TODAS LAS ESTRELLAS para cada chapuzón de sueños. cromatica
05-01-2008 Los caminos de la vida para que nos encontremos con el otro son inimaginables. Atractiva la historia. Una mala noticia: las medialunas. aún saladas, igual son engordantes (buaaaá) Salú. leobrizuela
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]