. -sabia que mas temprano que tarde ibas a caer, es tan fácil engañar a personas como tu.- la voz salía de un parlante cercano a el lugar donde la chica se encontraba-siempre es igual, llegan a correr cuando hay alguien en peligro, pueden dar incluso la vida por otros aunque sean desconocidos.
-y tu simplemente eres un cobarde, que no se atreve a dar la car.- dijo Alejandra, quien a pesar de todo estaba tranquila, no le temía a la muerte y sabia que ese tipo de villanos, lo único que buscaban era ver derrotados, enojados o tristes a sus adversarios, pero en ella no lo lograrían.-¿Qué quieres de mi?
-no tienes para que gritar, hay miles de micrófonos que captan cualquier sonido hasta cuando respiras. Y por más que me insultes, no te dejare ir.
-pero te hice una pregunta ¿Qué quieres de mi?
-¡si ya te escuche! Pronto lo sabrás todo a su tiempo.
-el tiempo corre rápido, y el tuyo ya se acaba.
-¿si? ¿Segura?
-completamente. Yo no me dejaré vencer por estar aquí amarrada. Te derrotaré yo misma de eso estoy bien segura.
-no creo que puedas hacer mucho ahí sentada.
-pronto me vendrán a rescatar, no te preocupes o mas bien si preocúpate, por que yo y mis amigos te llevaremos al lugar donde mereces estar.
-¿Qué amigos? Los de la agencia. Déjame reírme. Ellos solo te quieren para aumentar las ganancias y no creo que les importe que te pase algo. Ya vez que no han venido a rescatarte, ya han pasado varias horas desde que llegaste aquí. Si te mato, ellos solo se buscaran un agente mejor que tú.
Estas palabras encolerizaron a la muchacha, ya que ella podía permitir que la insultaran, pero no aguantaría que hablaran mal de sus amigos o de la agencia, pero no dejaría que el secuestrador se diera cuenta de que estaba logrando su propósito, ella seria mas astuta.
-eres un envidioso, porque te enoja saber que yo tengo amigos. Los villanos como tu siempre están solos porqué nadie los soporta ni si quiera su familia.
-eso es lo que tu crees, o piensas que el empresario era solo un conocido-contesto el secuestrador enfurecido.
-OK, ¡lo sabia! Sabia que esto era una trampa, sabia que el empresario no era tan inocente.-grito la espía, conforme por haber podido sacarle un poco de información al hombre. Siguiendo así, pronto podría saber el motivo por el cual estaba allí.
- y entonces, si sabias que esto era una trampa, ¿Por qué viniste?
-porque yo no me ando escondiendo detrás de alguien o de algo, yo doy la cara y peleo si es necesario, no como tú.
-ya esto se paso para aburrido, me voy. Adiós.-finalizo el secuestrador y luego de esto volvió el insoportable silencio a la habitación.
La incertidumbre, el hambre y la sed, hacían insoportable la espera. La única luz era la esperanza de volver a ver a sus amigos.
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