Iba caminando, pensando lo que podría ser y lo que debería ser.
-Aquí tú con el alma quebrantada
-Sí, aquí sigo. El amor no existe.
-Existe lo que no existe.
-Estás en lo correcto.
Yo sabía que el no mentía, pero al fin todo era un engaño...
Texto agregado el 04-01-2008, y leído por 182
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