El ayer
El hoy
El mañana
Son arenas del mismo tiempo,
y este solo existe en esta tierra
En el universo
solo hay el momento.
Espera la llegada del ser humano
Para iniciar el engranaje
del reloj del tiempo
Esperen.
Les contare un cuento.

Hace seis mil millones de años el sol era un nube de gas sin forma, sin principio y sin final, rotando para juntar fuerza, atracción que es el amor en la naturaleza.

Átomo por átomo la nube primigenia, por la mano de aquel que existe y ha existido siempre. Hizo que el sol se encendiera, dando lugar al comienzo de la palpitante vida, iluminando este sector de la galaxia, llamada Vía Láctea, por los hombres en eones de tiempo.

Uno a uno se formaron los planetas siendo nuestra tierra la más joven, pues en su corazón aún arde el fuego de su madre la estrella. Ese calor mantiene la vida conjuntamente con nuestro sol.

La vida en cada planeta vibra y existe. No olvidéis que de átomos estamos formados y estos viven y tienen movimiento y la atracción gravitatoria que es el amor del universo.

Mercurio, abrazado por el sol, no ceja en rodearlo y no se derrite por el calor. No existe la vida como se conoce en la tierra. Pero toda su materia atómica vibra y tiene vida. Los átomos giran y van formando materia, rocas ígneas, fuego, plasma el quinto elemento.

Venus, más antiguo que la tierra, ahora con 500 grados de calor y su atmósfera compuesta de los gases que empiezan a calentar la tierra. Antes era un planeta lleno de vida, con mares, plantas y animales.

Pasemos a Marte, tiene su pequeña atmósfera con poco oxigeno, pero puede ser el retorno de la raza humana. Este planeta tenía mares, cielo azul, árboles y animales.

De Venus y Marte, fueron nuestros Paraísos, de donde salimos.

De Venus África y Asia semillas plantadas en la tierra.
De Marte la roja y la blanca, también llegaron a la tierra.

La pequeña tierra, lugar de creación de la madre naturaleza. Laboratorio de ensayo y error, dio cabida a toda la vida creada por el sol. Siendo la especie humana los nuevos pasajeros de esta nave llamada tierra.

Este milagro de la vida no estaría en peligro si no fuera por los mismos humanos que nos empeñamos en destruirla y en destruirnos.
Matamos a nuestros congéneres, asesinamos la vida en el mar, con la pesca indiscriminada e industrial. Matamos las ballenas y otros mamíferos marinos con el pretexto de pesca científica,

No quiero ahondar en la infinidad de crímenes que cometemos en nombre de la ciencia o del espacio que necesitamos para expandirnos. Pero todo siempre ha tenido un principio y un final, y ahora nos toca a nosotros pagar la cuenta,

Les diré algo., Todos se olvidan de Júpiter llamado así con razón por las civilizaciones antiguas. ¿Por qué será? Júpiter era el dios entre ellos. ¿Un planeta como dios? Ahí esta el dilema y la certeza de este cuento.

Júpiter fue una estrella que no encendió hace miles de millones de años, por no alcanzar la atracción que debía tener un cuerpo, como es el sol. Pero han pasado seis mil millones de años, y Júpiter ahora si puede dar comienzo a su encendido como un sol.

Tendríamos un sistema binario de estrellas y las consecuencias aún no las sabemos.

Esta vez no tendremos para adonde arrancar…..Piénsenlo

Nomade...Pensando