Trucho: ( argentinismo por falso, copia mala, de mala calidad, de mal gusto)



El amante trucho no es amante de nadie. El amante trucho no ama a nadie. Ni a su mujer, ni a sus mujeres.
Sólo es trucho. El amante trucho miente permanentemente. Toda su vida es una mentira, toda su vida es trucha. Hasta sus mentiras son truchas, tan truchas que no sabe mentir y se pisa solito.
El amante trucho cree que nadie sabe que es trucho. Él cree que le creen. Pero el amante trucho no sabe que las mujeres podemos tener una neurona, pero que son más vivarachas que los millones de neuronas que él tiene.
La mujer que tiene un amante trucho sabe todo de él. Sabe que se lleva bien con su mujer y que hace el amor con ella todos los días, aunque él le diga que se llevan a las patadas y que están por separarse.
La mujer que tiene un amante trucho, sabe que cuando dice que para fin de año se separa, es porque no va a separarse nunca.
Es que el amante trucho está cómodo. Tiene la “mucama” en su casa que lo mantiene limpito, planchadito y alimentadito y cuando él tiene ganas le hace el amor.
No sabe que la mujer que lo tiene como amante, al trucho, digo, está feliz de no tener que mantenerlo limpito, planchadito y alimentadito, porque para eso está la esposa...digo…la “mucama” que se lo hace todo. Ella le hará lo “otro”, si es que ese día él tiene ganas o no tiene que salir con alguna de las otras dos que le alimentan el ego trucho. O tal vez ese día no pueda porque los chicos, porque su suegra, porque el lavarropas, porque el jefe…porque…porque es trucho!!!
El amante trucho nunca tiene plata. No te sirve ni para amante, sólo para trucho. Te lleva a comer a los bodegones, te lleva a comer un choripán en un carrito del parque, te invita con café, eso sí, con mediaslunas para engordarte, así después dice que te deja porque estás gorda.
Con el amante trucho nunca te vas a ir de viaje. Planea vacaciones en Brasil, vacaciones en la playa o las montañas, pero cuando llega el momento, la esposa del amante trucho se enferma y no la va a dejar ahora pobrecita, ella no tiene la culpa de las truchadas de él.
El amante trucho, casi nunca tiene auto. Si vos tenés, lo tenés que llevar vos y entrar al motel manejando porque hasta es probable que ni sepa manejar. Y si vos no tenés auto , justo ese día no tiene cambio y te toca pagar el taxi y la mitad de lo que cuestan las dos horas de la estadía amorosa y hasta es capaz de quedarse con los sobrecitos de champú, los peinecitos y cepillitos de dientes, cosas que nos gustan llevarnos a nosotras…son los recuerditos que cuando nos dimos cuenta, desaparecieron del baño y están adentro de su portafolios.
Y un día, dentro del portafolios, te encontrás con más truchadas. Lo que creías que era un pene, era una magnífica prótesis de caucho trucho y ese día decidís que no le permitís más hacer el amor con la luz apagada. Ni con la luz prendida. Ni a media luz. Ese día decidís que no salís más con el trucho.
Y si te gustó el jueguito y seguís, habrá más truchadas seguramente. Un día te enterás que no tenía el título universitario que te dijo el primer día que tenía, que no era ni contador, ni médico, ni analista de sistemas, ni arquitecto. Él contaba las mujeres que tenía, les curaba los males de amores, analizaba el mejor sistema para engañar y construía su vida con ladrillos truchos.
Y otro día te enterás que el día que te pidió prestado el auto para buscar una mercadería, estaba llevando a alguna de las otras al mismo motel que te llevaba a vos. La misma prótesis también, quizá? Puajjjjjjjjj….
El amante trucho es y será trucho y hasta morirá trucho porque en el velatorio, nadie sabrá quién es la verdadera viuda. Y hasta la placa del nicho del cementerio será trucha. En su epitafio dirá:
“Aquí yacen los restos de quien en vida fuera un hijo, esposo y padre ejemplar”, pero no firmará nadie…nadie querrá hacerse cargo de pagar la placa de bronce…si hasta ni será de bronce,…seguramente será chapa pintada de dorado y una manito de barniz para que brille…que brille truchamente.