Es triste la vista del hombre del aciago Dos leguas me indican un caminar lejos Casi de noche y las luces del pueblo tiritan muy a escondidas Los pocoyos cantan y las quiebra plata escuchan el silencio mío Verano húmedo, algunas veces fresco; casi nunca Fierro en la carne fierro en el corazón Un olor a estiércol alegra mi estómago Rifle a encerrona ni freno acelerar Es tarde estoy cansado quiero dormir sin escuchar lamentos de muerte Dios dame esta noche de descanso quiero descansar quiero dormir en mi hamaca quiero despertar en ella Sólo quiero pensar en paz
Texto agregado el 31-12-2007, y leído por 133 visitantes. (2 votos)