Pablito disfrutaba como lo que era, un niño de tres años en su tercer aniversario. Con sus amiguitos de la guardería correteaba por el jardín adornado de globos; siempre vigilado por la atenta mirada de su abuela, Doña Francisca. De cuando en cuando, ella lo alzaba en brazos e iba a exhibirlo ante otra de las abuelas o alguna de las madres.

-Mira que pelito tan rubio
-Mira que piernitas tan rollizas
-Mira que naricita

Hasta que el niño conseguía escapar pataleando para seguir correteando detrás de Teresita, de Alfredo y de Luís.

“Dale un beso a la abuelita” vociferaba Doña Francisca dando grandes zancadas y persiguiéndolo mientras Pablito intentando zafarse tropezaba con Andrés y acababan llorando los dos.

“Si vuelves a pegar a Pablito, le diré a tu mamá que te lleve a casa”, le decía la abuela a Elenita agarrándola fuertemente del brazo hasta casi hacerla llorar…mientras su nieto miraba disgustado.


-Ese niño, Felipe, no me gusta nada, ni su madre, -Comentaba la tata a su hija terminando de adornar el pastel.
-Estás obsesionada mamá, deja a los niños en paz, ellos saben…
-Que si, Francisca, que está usted demasiado encima del niño, eso no es bueno,-Afirmaba el padre de Pablito.
-Bahh, que sabréis vosotros, voy a ver que no se haga daño de nuevo…-La tata se fue dando un portazo.


¡!Cumpleaños Fééééliz, Cumpleaños Fééééliiiz……..

-La foto con la abuela, la foto con la abuela…
-Mamaaaa, deja que soplen primero los niños
-¡NO¡ la foto con la abuela
-Pide un deseo Pablito y sopla
-Pide un deseo Pablito y sopla
-Pide un deseo Pablit….

“Mamá”... “Mamá”... “Mamaaa” “Llamad a una ambulancia”...