El sombrero en el Jardín
Jamás te he conocido, nunca he sabido como es tu rostro o el color de tus ojos, pero sé que estuviste aquí. Estoy segura que eras mío, solo mío, el único hombre para mí. Me pierdo en ensueños construidos con aquello que olvidaste. Las paredes blancas, sin manchas de polvo, solo pequeños trazos rojos. Trazos convertidos en rosas, como el jardín que adorna tu puerta, como el jardín que hallaras en mí si vienes. Es deforme y triste, el lúgubre cementerio de sueños y noches. Ven dueño del sombrero, ven a mi amado extraño.
¿Volverás verdad? yo sé que si, esta ahí la prueba que fuiste mío, esta ese recuerdo nacido del simple olvido. Ven a recoger eso que olvidaste, amante mío, ese sombrero que aun descansa en la pared, ven con tus ojos y tus labios, con tu sol y candor, entra en mi espesor... Ven que te llamo, hombre de pequeño cráneo, ven que te imploro amoroso juez de mi tortuosa sentencia. Te idolatro en medio de las llamas, te deseo en medio de las rosas desfloradas y creadas por dedos incautos.
Mis labios te esperan junto a la pared, noche y día, alba tras cada anochecer. En pie cansada e iracunda, espero que llegues maldito olvidadizo. ¿Acaso olvidaste donde quedó este recuerdo? ¿Acaso no sabes que tu completo eres para mí? Eres tú, el dueño del sombrero de mi pared, el que roba mis sueños sin saberte reconocer. No se quién eres, pero te busco y espero. Me debes una venida, una por ese sombrero que ha llenado mi vida de intrigas. Hace años que se de su historia, sin saber la tuya; tiempo que llevo limpiándolo con esmero y amor. Tanto hace que se hunde en las sombras de mis flores, rojas y marrones, puras y perversas.
Tu sombrero esta ahí, por qué no vienes maldito malandrín. Yo se que también me buscas, quizás no a mí, pero si a este sombrero.
Esa azul figura que esta clavada a mi pared, entre las miles de rosas que he pintado con mi sangre, entre ese jardín de veneno sembrado con mis sueños y palabras. ¿Buscas tu sombrero? ¿Te interesa tanto como a mí, o será que soy yo, la que en el ocaso de su vida se ilusionó? No creo que vuelvas, no creo que sepas que te hace falta, pero aun así te espero, te quiero, dueño olvidadizo….
Ese sombrero que pintó mi condena, esa maravilla que roba mis anhelos, lo descuelgo y desempolvo con cuidado. Oigo ruidos en la puerta y creo que eres tú, pero no vienes.
Quizás aquí morirá el triste sombrero con la esperanza que vuelvas amado extraño…Quizás en mi solo quedará un sueño, hundido en las infinitas rosas de mis brazos, torso, pecho y pies. Te canto cada noche con la luna y beso cada rosa esperando verte venir. Macabro ser despreocupado, tu sombrero esta ahí parado, me llama y te llama. Mi conciencia fluye alrededor de ese objeto amado. ¿Estarás ahí escondido, amor lejano? Solo sé que exististe en algún momento, solo se que olvidaste este milagrosos sombrero. Estaré hasta que muera de luto, por no verte venir, estará hasta que yo muera colgado y desempolvado en esa pared.
Ese sombrero azul en medio del jardín sórdido de mi mundo, ese cielo en medio de mi gris y demente infierno.
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