Estoy lleno de presentimientos
el dormir se me ha hecho un castigo,
el descanso ha huido de mi extenuado cuerpo.

No es por mi que me lleno de lamentos.
¿Pero porqué me asaltan pensamientos tan negros
todos montados en burlonas ovejas saltarinas?

Yo sigo contándolas como si fueran la cuentas
de un fúnebre rosario deslizándose entre mis dedos,
pensando que soy un alienado puritano.

Así veo aparecer las luces de otro aciago día,
cómo avergonzadas se asoman tímidamente por la ventana,
y yo en mi cama sigo con ojos de extraviado ciego

Mirando cómo las malditas ovejas arrancan a perderse riendo.
Claro que sí. Si lograron mantenerme otro día despierto.
Así el sol aparecerá sonriendo y comenzarán mis penurias.

Pero. ¿Por qué me siento tan desmoronado?
¿Tan falto de estímulos que yo mismo no me conozco?
Y en la mesita de luz se encuentra el fatídico aviso.

Ese que me ha acortado la vida.
Que me ha abierto las puertas a terminar violentamente con ella.
Pero ese papel me atrae como la llama a la polilla

Lo leeré nuevamente por última vez.
Deberé encender el ultimo cabito de vela,
y releer las líneas escritas en el

Dice así: Por deudas impagas en el consumo.
corte del suministro de luz a su domicilio
Compañía de Electricidad,

Como no voy a estar enfermo,
si la noche se me hizo más oscura
y menos puedo leer estas líneas que escribo.

Nomade... con ojeras