La continuidad del mundo o más precisamente del ser tiene una característica común en el principio y el fin de las cosas, circunstancias o hechos. La acción de la raza humana se debate intensamente entre la pasión y la razón, esta lucha quizá es infinita y tiene que ver con nuestra permanencia como especie en este pequeño planeta que nos ha tocado vivir. Estas sencillas estrofas están dirigidas con todo respeto a lo que significó la vida para Benazir Bhutto, esa bella mujer paquistaní que es esquilmada en una forma abrupta, es intolerable para nuestra especie que un hecho atroz de estas características haya explotado lastimosamente en esa región del mundo. Al mismo tiempo con mucha admiración también están dirigidas a respetables mujeres latinoamericanas como Piedad Córdoba, Patricia Perdomo, Ingrid y Astrid Betancourt . Estas cuatro damas representan en estos momentos emblemas e iconos de férreas luchas políticas en la búsqueda de soluciones a los siempre eternos problemas del ser humano. ¿Por qué no compararlas si representan manifestaciones culturales diferentes?... Ellas dentro de sus sentimientos están enfocadas en argumentar la política desde sus respectivos espacios; su lenguaje y su discurso siendo peculiares se han convertido en punta de lanza de la mujer latinoamericana por subvertir relaciones de dominación presentes en el continente desde hace más de quinientos años. Si bien Benazir entregó su vida con sus luchas por lo que consideraba correcto y digno para su país, estas cuatro señoras colombianas están haciendo lo mismo en cada frase que emiten en el tema de la liberación de sus familiares. Piedad, asumiendo valentía y despojándose de miedos históricos está luchando encarnecidamente por los derechos humanos de sus congéneres colombianos atrapados en la espesura de la selva. Astrid nos lee las cartas de su hermana con tal claridad y con tanta fuerza de fé, que sin darse cuenta está avizorando una pronta liberación de su hermana de sangre. Esta por su parte, Ingrid, que nos entrega esa imagen desgarradora en su soledad, también nos cede esa parte de valentía de nuestras mujeres latinas. - Flaca, dondequiera que estés no desmayes en tus luchas, sin saberlo miles de nosotros que hemos visto tu foto te decimos ante el mundo que estamos contigo… ¡¡Volverás pronto!!.. Por su parte Patricia, que igual clama por el pronto regreso de su madre, nos cuenta historias del imaginario social como pintando poesía, esas palabras que salen de su boca de mujer posesa por la victoria avecinan buenas luces al final del túnel de éstas negociaciones. Mientras tanto para las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, las enseñanzas y las lecciones de estas señoras de la política latina deben de servir de reflexión para flexibilizar sus estrategias en la lucha por la revolución. Sencillamente hay que buscar otros caminos en el sentido de la política, ya que el secuestro de seres humanos se desdibuja en el sentido de la guerra por la libertad. Entra en contradicción rápidamente con los valores de justicia. Esto lo sabe por ejemplo el presidente norteamericano George Bush, quién de una manera alocada sigue inmiscuyéndose con sus políticas de muerte en otros países del mundo, pasando por encima de la ONU y de todas las consideraciones éticas-morales. Al igual que el responsable del asesinato de Benazir Bhutto, tiene que cargar para siempre esa bestialidad en su conciencia. También lo sabe el Presidente Chávez que está empeñado con bastante dignidad y perseverancia por revertir un estado de cosas en lo social, educativo y cultural que impregna las luchas históricas contra el imperialismo. Ojalá el Presidente Alvaro Uribe pueda tener la suficiente visión como para darse cuenta que se está plegando a fuerzas enemigas, aún está a tiempo de cambiar. Por mi parte mis respetos a todas las mujeres que en Latinoamérica están valorando está oportunidad de cambios, para mí en lo personal ha sido una gran experiencia escribir parte de mi alma en esta Página de los Cuentos, se me acabó el tiempo también, es la hora de difuminarme en lo concreto.