Estoy más que feliz...

En estas dos últimas semanas se han ido cerrando las hebras de uno de los ciclos más importantes en mi vida...mi proceso de formación profesional.

Lo logré, ya soy PSICÓLOGA TITULADA!!!!

Al finalizar este proceso tan hermoso de mi vida es justo dar espacio al agradecimiento, entendiendo que las personas no somos capaces de lograr nada solos y aceptando de manera humilde que muchas de las cosas buenas que me rodean, se deben a lo que otras personas me han brindado: amor, protección, cuidados, talento, sabiduría, comprensión y tiempo, simplemente llega el momento de decir: ¡Gracias!
Gracias Señor por las bendiciones derramadas en mi vida y sobre todo por ser el motor silencioso de mi fé.
A mi familia, por ser un apoyo incondicional, por la esforzada tarea de sustentar el sueño de llegar a ser una profesional. Mamá y papá los amo, agradezco sus risas, lágrimas, las innumerables conversaciones, los llamados de atención, las felicitaciones, la confianza depositada y sobre todo les agradezco por enseñarme a ser una mujer de bien, este logro es tan de ustedes como mío. Daniel, gracias por ser un hermoso desafío en mi vida, por enseñarme a abrir mis oídos, mi mente y corazón, por compartir conmigo la vitalidad de tus sueños y juventud, este trabajo te lo dedico a ti también hermano mío, como un testimonio fehaciente de que las metas se cumplen si se lucha. A mis abuelos y tío: mami, tata y Edgar, infinitas gracias por su cariño, por la mesa siempre puesta en el calor y ternura de compartir la hora del té, Edgar, muchas gracias por el silencioso y valioso ejemplo.
A mis compañeras de memoria, Paola y Alejandra, gracias por la paciencia, la comprensión, la inteligencia, la honestidad, el empuje y la motivación para sacar adelante esta tarea, por los momentos de cariño y preocupación compartidos, pero sobre todo por respetar y hacer crecer nuestra amistad. Las quiero mucho niñas.
A mis amigos, bellas personas que la vida me acercó en el transcurso del camino para poder compartir y aprender: Karina, Liliana, Andrés, Jorge, Marjorie, Jairo, gracias por grabar en mi corazón los hermosos recuerdos que atesoraré de esta etapa, por ser transparentes, por permitirme regalarles mis acordes y canto, por las horas de estudio compartidas a lo largo de la carrera, por las convivencias, las horas invertidas tantas veces alrededor de una mesa, para alimentar nuestro conocimiento en el estudio, en ocasiones nuestras bocas, y también nuestras almas en amistad.
Agradezco también a aquellas personas que estando lejos me han guiado con paciencia y un cariño desinteresado, amigos, familiares, a todos ustedes gracias, y en especial a una persona que encontrándose muy lejos físicamente no ha dejado de estar ni un segundo cerca de mi corazón, siempre dispuesto a escuchar, a regalarme su amor y compañía, a encender con música mis noches, a secar mis lágrimas y a compartir mis éxitos y alegrías como propios. Te amo mucho Gatito.
Gracias en especial a los profesores que han guiado esta investigación confiando en nuestro trabajo, a los académicos a lo largo de la carrera por la formación y entrega de herramientas. A todas las personas que han sido una lucecita en el momento adecuado, ayudándome a creer y afirmar mis pasos.

¡Mil Gracias!

Con Cariño.

Claudia - CAST

“… Sólo entonces habrá lugar para que el cielo reaparezca y alguien escriba una historia nueva” (Anacrónica - Fragmento)