Cerca de Nápoli, en la Ciudad de Nola
Un gran filósofo mira el sol, primera vez,
y se pregunta, y Copérnico responde
En su celda en Roma un científico
Mira la luna y pone piedras alrededor
Del balde de agua para simular
El movimiento de los astros
La Plaza dei Fiori espera hambrienta
las brazas piden un sacrificio
Giordano Bruno atiende sin demora a sus verdugos
y para caminar inmunes a su verbo
atan la lengua del condenado
Giordano Bruno no se arrepiente
Un hombre en su trono
¡En nombre de Dios!
Lo juzga hereje y le da el infierno
como camastro
La tierra sigue su marcha
La sombra ciega al mundo
y ministros ciegos incendian en la hoguera
a Giordano Bruno.
Texto agregado el 29-12-2007, y leído por 229
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
03-01-2008
Sobresaliente... ojosdegata
29-12-2007
Excelente redacción... magnífico poema. Me ha encantado el argumento histórico; me evoca los cantos de los juglares en el medievo. Espero poder leer más en esta línea. GRINCHE_JOVEN_
29-12-2007
las Hogueras siempre cobijan a quien no deben. Muy Bueno, arien3notas
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login