Cansado de escribir al amor, en una actitud radical casi extremista escribiré lo que sienta, así como estás palabras salen una a una.
Hoy, observe a una muchacha joven, de pelo liso así como planchado, delgada demasiado diría, jeans, cartera ajustada a su cuerpo como si se la fueran a robar. Se veía linda, claro que con un ego del porte de una casa. Las personas de su rededor no existían.
Meses atrás era una gordita, simpática, saludaba a medio mundo.
No entiendo como una persona simple, humana. Cambie de la noche a la mañana o será los ojos de más personas que la admiran un detonante a su ego.
Es triste. Bueno no por eso no seguiré admirando su belleza, aunque gordita y común era más atractiva.
Una dieta equilibrada y constante hace diferencia, las personas se vuelven artificialmente jóvenes (que fea son las palabras terminadas en mente). Pero igual se les nota los surcos o pata de gallos que se le hacen en los ojos.
Y si se hacen la cirugía los delata el trasero pues se esconde, se pierde de su humanidad.
Todo debe ser en su justo equilibrio. Otros adelgazan por diabetes, por cáncer otros más pretenciosos se dejan barba para disimular la doble pera.
Tiempo atrás la gordura era felicidad, era el símbolo de salud. Hoy en día es problema de gobierno. Y toda estas letras son por el envanecimiento de la exgordita.