Final
Secretamente, saco mi libro, es de Mario Vargas Llosa, “El Paraíso de la otra Esquina”, el último, comprado en la cuneta, el mercado alternativo de la clase media. Todos los pasajeros miran algo que no comprometa su humanidad, su condición de miserables, al final da la misma guevá. Salgo de la estación, un hombre me pide un cigarrillo, le digo que no tengo, un calor intenso se aloja en mi costado, el ulular de la ambulancia, siento un gran dolor, veo a mi compañera, le digo que cuide a mi hijo, se me nubla la vista, no siento nada, nada.
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