Creo que es la primera vez que en este blog va a hablarse de un tema tan ajeno a mí como la política... tan cercano a todos como la política.
Considero que ningún movimiento político está hecho para mi entendimiento y comprensión, o mejor dicho, ninguno está hecho para comprender las inquietudes que yo tengo. Como seguro que también te pasa a tí, y a tí.
Cada uno somos un mundo.
Pero nos guste o no, el politiqueo está en el pan de cada día y no vale de nada girar la cabeza para dejar de ver lo que no nos es grato. Dando la espalda al mundo, en el cual también estamos nosotros, no aportamos nada, y que queréis que os diga... creo que debemos hacerlo lo más confortable posible para poder sobrevivir en condiciones.
Así que movamos el culo, amigos. El pueblo ha de ser oído, pero a nadie se le oye si no hace ruido...
Aprovechemos los pocos derechos que tenemos y hagámoslos nuestros, que para deberes ya hay demasiadas horas al día. Que la pasividad y la negativa ante todo cuanto nos rodea, no nos conduce a nada más que a que todo aquello que tan poco nos gusta se acomode en el poder y nos quiera dar lecciones.
...Y es que la Democracia no es tan buen sistema político como difunde ser, pero hay que reconocer que es el menos utópico y el más productivo a la vez que el menos perjudicial.
Vuelvo a hacer inciso en que no hay ningún sistema político el cual sienta mío. Quede claro.
Pero aunque no me decante por ninguno, mi opinión al respecto es respetable y he querido dejarla claro unas líneas más arriba.
Aún queda mucho que hacer en todos los ámbitos políticos existentes, y lo digo yo, qué gracioso, que de política tengo más bien poca idea, pero de lo que sí entiendo es de justicia social, que por lo visto haberla haila... ¿pero dónde está cuándo se necesita de verdad? Un violador va a la cárcel y cumple los mismos años (reducidos, está clarísimo, por buena conducta) que un conductor que hablaba por el móvil transitando por una vía urbana... a mí personalmente me parece indignante.
Las leyes tienen socavones tan injustos cómo el dejar sin recreo a un niño de parvulario por el simple echo de que haga frío y para colmo, dichas leyes se tergiversan según le conviene al abogado de oficio o, para los afortunados, contratados privadamente. Así pasa, quién hizo la ley, dicen, hizo la trampa y hoy en día matar a tu mujer a palos o a tu hijo ahogándole en la bañera es pura ajenación mental, te cambian las rejas por un vaso de plástico repleto de pastillitas de colores en el psiquiátrico y con que tú y tu estómago aguantéis un par de años para el alta...
Esta mañana me desperté tras haber soñado algo verdaderamente... no sé cómo describirlo, la verdad, sólo diré que evaluándolo como producto de un buen sueño le pongo un diez. Me desperté y encendí el televisor, pues soy de esas que ven el telediario por las mañanas (la mejor manera de despertarse del todo es darse de bruces con la realidad), y con el primer sorbo del café llegó la noticia: Benazir Bhutto, símbolo de la democracia en Pakistán, muere. ¿Perdón? ¿“Muere”? Odio los eufemismos. Se dice asesinada.
Me impactó, no sé exactamente porqué, quizás fue por el echo tan simple de que cada atentado diario es una barbarie genocida sin sentido, pero estamos demasiado acostumbrados a ver imágenes semejantes y a oír noticias respecto a lo mismo a cada momento... que nos están dejando los corazones secos.
Me quedé frente al televisor con un tembleque en las piernas, tick que se me aparece cuándo algo me inquieta, y a su temblor se le unía el de mis pupilas. Qué sé yo...
Y es que esta mujer seguramente no hubiera sido la portavoz democrática más alabada, ya que la democracia tras una dictadura tan férrea como la que se sufre en los países islamitas es muy complicada, por no decir socialmente cuasi imposible; pero al menos ella (y voy a dejar el género en paz, que mi opinión respecto a esto hubiera sido exactamente la misma si habláramos de un hombre) intentó durante años dar el paso hacia este sistema tan esperanzador que es la democracia para quienes no la disfrutan (qué irónico es el que muchos de los que aquí la disfrutan no hagan más que quejarse y quejarse), no quería más que llevar a su país hacia un "algo" mejor... y así ha acabado, acribillada a balazos y reventada, con sus entrañas esparcidas por la misma tierra que en su día la hizo desertar, por la misma tierra por la que luchó durante 54 años.
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