Matías, Hacedor de Vivencias

No sé dónde está, ni que será de él, pero de algo estoy seguro: Debe ir persiguiendo algún ideal porqué luchar, una crítica a la degeneración del hombre actual, una lágrima indolente por encontrar, un gato destripado a la berma del camino a la universidad o, talvez se halle escribiendo los interminables seudo poemas frente a la indeferencia de lo demás compañeros de carrera.

Matías, mi buen amigo, mi camarada, el hacedor de vivencias, ya ni las hembras se acuerdan de ti. ¿Todavía crees en el amor, o ya dejaste de preguntar por qué todos los poetas prostituyen a la luna, el porqué el constante manoseo de que es objeto la integración humana?,¿ Encontraste ya a Dios en el vértice de mi bufanda? .

Siempre procuré contar tu historia, pero ¿ sabes? ;
¡Nadie la creyó! ,Están demasiado preocupados por el actual sistema de vida.

Muchas veces contó de su viaje a través de las pupilas de su vieja, ¡Qué estupidez!.Transitar por una lágrima hasta llegar al sentimiento de la mujer que lo parió, y comprendo su contradictorio gorgojeo al referirse a la burocracia de los servicios públicos.

Aún se conserva en el laboratorio de química, bajo la silla del teacher, el incierto panfleto seudoespiritual, patético, filosófico, que un día gris imprimimos juntos: “ Donde comienza la muerte, y donde termina la vida... Letargo infinito, o corto camino de olvido y recuerdos”.

Profesaba un dogma notable, amantaba espíritus, sí, así como el mío. Formó guerrillas de conciencia; aún hay vestigios, solo basta contemplar el idealismo de algunos libres pensadores.

Matías, un ser libre, sometido tan sólo a su libertad creo además que fue nombrado caballero por la sociedad, pero... de otra época, otro tiempo.

Compartiendo por la tarde un café, me habló de su gente, que empeño su dignidad por enviarle a la Universidad; frente a su monólogo, mitigado de dolor por su natal realidad, Callado, yo sorbía lentamente la amarga pócima (un maldito café sin azúcar).

¿ Dejaste ya de creer en la gente, o ya los intencionados señores se vistieron de hipocresía para inocularte parte de la culpa y redimir así algo del submundo? .

Mi querido Matías, jugaste con la entropía del
Universo en tus palabras y ahora lloran por ti, los pájaros ínter espaciales, el gato de mi casa, ¡ Qué es de ti, mi amigo intrascendente! .

¿ El porqué de la guerra? – me preguntó muchas veces-,y yo, el susodicho respondía , en forma categórica – grosera, la guerra sirve para regular la actual explosión demográfica, para asesinar a los viejos, a los niños desnutridos, gatos, y también los amores; Bestial respuesta frente a la filantropía de Matías.

“ ... Mucho más allá de mi ventana
las nubes de la mañana son,
una flor que ha nacido al hombre,
un reloj se transforma en cangrejo,
y la capa de un viejo da como una
tempestad de acometer... “

Quizás las personas fueron muy indulgentes contigo, pero fue cuestión de moral, según creo: Los adultos necesitan explicaciones por triplicado y a doble espacio, cuesta entenderlos, pasamos la existencia tratando de hacerlo.

Jamás una hembra provocó en Matías deseos de poseerla; era un antihéroe, un Krsna materialista, fue demasiado su fanatismo por la comunidad.

Aún hay paz, se fue diciendo cuando partió a su ciudad, lo recuerdo muy bien: término del primer semestre académico, juntos reprobamos química, el teacher nos rajó. Nunca volvió, debe estar hostigando a los burócratas de la capital, con eso de que a los campesinos se los lleva Dios, a ellos, los Ovnis.

Me costó mucho olvidar este eslabón de humanidad, él hubiera dado quizás hasta su idolatría por ver niños sonriendo en alguna población callampa, ahora te comprendo mi buen camarada, y ¿ sabes por qué?, soy de ese gran caramelo de basuras mundanas que hizo referencia Pirincho en su reflexión número tres, fui traicionado , en lo más profundo de mis aurículas, ¡Sabes!, me quitó mis virtudes, los pocos principios de sociabilidad que aún conservaba, sí, fue una hembra , vestida de vivencias, encomendada a sueños de poeta.

.. Mucho más allá de mi ventana
las nubes de la mañana son,
una flor que ha nacido al hombre,
un reloj se transforma en cangrejo,
y la capa de un viaje da como una
tempestad de acometer...”.

¡ Y sabes qué! , se quedó con mi espíritu, con mi cuerpo, me dejo apenas la humanidad que hoy de nada me sirve, “ el final sé
acerca ya, lo esperaré serenamente “.

Así transcurrieron mis vivencias junto a este Quijote desubicado, a este hombre marginal, él pronosticó tardíamente su soledad y así marchó a su triste pero pronta realidad.

“... Mucho más allá de mi ventana
las nubes de la... “

Sí, Matías, escucho a Silvio y la maldita canción me martilla la cabeza, y las de mis enemigos, las matemáticas y el cálculo, hacen estribillo infernal, junto al fútbol y la insistencia del teacher de escupir en horas de clases. ¿Degeneraste ya las flores de tu ciudad, con la prohibición de abrir sus pétalos a las hembras y a los gatos?.

Aquí estoy mi gran amigo, tratando de contar tu historia, porque, todos los seudos poetas tienen una propia, no como los hombres que tienen una, sino conjugada en una masa, seguirás combatiendo por la lucha del proletariado, por la aceptación del indígena quechua en la sociedad ariqueña, el intercambio de amantes en coloquios crepusculares, a través de testamentos Post-Mortem. A los que leen este escrito quiero que formen sus propias conclusiones y envíen sus quejas y críticas que sean constructivas en sobre lacrado, sin remitente. “ El final se acerca ya, lo esperare serenamente...”.

Fue bueno haberte conocido, aunque al final tú te estabas cansando de escuchar el relato de mis ordinarias visiones futuristas, de mis soledades por falta de la hembra, mi déficit de divisas, mis tendencias cobardes, ¡ Qué sé yo! .

Ojalá puedas volver algún día, le hace mucha falta a la humanidad, que grita que ya está organizada, hace mucha falta el no-egoísmo que profesas, ese amor que creíste era la respuesta de los hombres. En todo caso no es malo mentirse, total estamos tan acostumbrados. Pronto tasaremos el amor, si no lo hemos hecho ya.

Me duelen los ojos, ya de tanto llorar-¡maldita hembra! -, no soy como tú, me abstengo de decir que fui corrompido por lo demás.

Adiós, mi viejo compañero de momentos, volveremos muy pronto a liberar a los prisioneros, a ésos que viven entre rejas de hormigón armado y a los señores que piden limosnas a las entradas de los templos canutos, así nos estaríamos asegurando nuestro al cielo, junto al gato por supuesto.

Y ahora dormiré mortificado, tenía que haber estudiado, pero mejor archivaré mis ilusiones con los cuerpos desnudos que cuelgan del baño, a la hora del té.

¿Crees que pueda volver a ver el sol?. Lo pregunto, porque hay que tener una credencial, firmada por inspector de salubridad, y hacer una solicitud de la razón del porqué de querer ver el sol.

Eso sí, tal vez nunca pude entender lo del gato al borde de la cornisa del tercer piso, pero sí entendí eso de la prehistoria de los hombres enmohecidos por el tiempo, “ el final se acerca ya, lo esperare serenamente...”.

Aunque si lo pienso bien, quizás hasta el eres el culpable de que se cortara la leche el domingo en el desayuno, ya sabes como humano delego responsabilidades, pero en esta oportunidad, por falta de méritos, te absuelvo, se me aglutinó el gargajo lanzado en pleno centro de la memoria de la hembra.

Frustrante condición es la que me envuelve, la dolida despedida, ojalá llorase un niño, me recordaría que una realidad me enfrentará siempre. Adiós, semidiós, tiene mi aprobación en caso de querer regresar a este mercado de virtudes.



Al recuerdo de la Vivencia compartida con Princesa, a los compañeros de la Universidad, y a mi gato.
Arica, Julio de 1982.-

Luis Alberto Bravo Lara.