Antes que todo (nada)
debo aclarar ciertos puntos
que me vienen incomodando desde un principio:

el verso se mantiene intacto
en su desplazamiento redondo

la fábula se detiene
al momento que aconseje el que no tiene que aconsejar

su lóbulo izquierdo resplandece
hasta que le venga en gana al escriba

los adjetivos no convecen
mientras sigan bebiendo insumos comerciales

la rabia abandonará la confusión
cuando florezcan los tornillos extraviados

una suma de caracteres humeantes
habrán de aleccionar a las raíces marchitas

De vez en cuando retro
cediendo
el sendero obscuro de la sonrisa eufórica

Quizás deseando un sismo
quizás incubando la lujuria de las olas:

las olas, redondas, independientes de la intención
que acicala las frases rebuscadas

una niñez falsamente recordada
son miles de pasajeros los aludidos

las lágrimas cubiertas por lana esquilada
un proceso más en el encierro

una gota más de licor dentro del arrecife
mortero del bienestar enfiestado
que aguardan por las fiestas limítrofes
y carentes del sustento circunstancial

Es probable que todo se pierda
en la vanidad forzada del que plasma
algo plasma
las rodillas cobijadas, inciertas

un desierto resplandor veraniego
una ciencia olvidada por la sangre

Si las cosas se dan se aterriza
por el contrario duermen en vigilia

tratando de despertar sonrientes
la mañana no existe sino en (tus) sueños

Siempre habrá algo que recordar.-