Venía trepado al recreo egoísta y voraz
Sin un rastro de anticuada libertad
Un espectro mas de fanáticas quimeras
Lo natural entre barriadas poco light.
Entallado a ungidas trasnochadas
abrazado al entusiasmo consumido
Izando velas por cualquier invocación.
Empeño de cotillón y ojos nublados
de aquellas otras mil despedidas
De insignias fenicias punto com.
El tablón de la espera hipnotiza
El derrumbe en el repaso de unas risas
Rara vez obliga a seguir la pista
De la suerte entre bordes de caricias.
Otras detona demasiados escondites
Buscando la ilustre dimensión matinal
Licenciosos deseos de existencia
Diluidos en la habitual insustancia
Igual sobra sangre para desnudar
De cuotas sosas la grieta de los días
Y algunos madrugones intentar
Demoler la conjetura funcional
Entre melodías de fasos tenidos
intimar con lo ideal y divagar.