Al hombre que amé con toda mi alma....
Ayer lo vi y todo lo vivido llegó a mi en un momento... contra todos los pronósticos (los mios claro), regresé a ese lugar por cuestiones ajenas a mi voluntad...
traté de confundirme entre la gente para que mi presencia le pasara inadvertida .
Y estaba ... comprobar una vez más que ese hombre sacudia mis emociones, envolvía mis silencios...
Le escuché como antes, como entonces, cuando su voz era lo mas cercano...no entendí de que hablaba y que importa, no interesaba lo que dijera o a quien lo decía...
Con el aprendi lo que realmente es amar, sentir, vibrar,... ansiar y por momentos enloquecer de tanto pensar...
Nuestra historia, si.. nuestra historia duró dos años y un poco mas... tiempo en el cual esa obsesión dejaba pasar mis noches en vela, aguardando que llegara y sabiendo yo, que no vendría... promesas inconclusas y mi tiempo seguia siendo de él terminanando por disculpar y dar por buenas sus excusas..
Un beso bastaba entonces y empezar de cero, guardando rencores y esperando ese milagro que pedía y no llegó..
No fue mio o al menos, no tan mio...
Recuerdo como al soltarle mis reclamos no decía nada, permanecía callado, mirándome, esperando que liberara mi frustración... sabía que me tenía, que sus manos, sus besos, su voz calmaban mi furia en un instante.
El tenia 34 años cuando le conoci... como olvidar aquel 2003..
Ocurrió asi, repentino, tan inusual .... como olvidar esa primera vez que mis ojos lo vieron y su esencia me envolvió en una placentera inmovilidad..
Sus gestos, su sonrisa, su piel--- tan morena, tan sensual-- y esa mirada que cambió mis esquemas..
Nuestros encuentros robados, las miradas entre la gente comunicándonos, amándonos tan solo con mirarnos...no hacia falta nada mas, era mi medida exacta...
Casi dos años que todo terminó y terminó muy mal, como debe ser,
amándonos pero odiándonos irremediablemente..
Fue mi locura, mi prisión... esa pasión que solo una vez te llega y que disfrutas con una enajenación voluntaria...
Hice cosas que nunca mas volvería a hacer... ahora las recuerdo y no se si reir o recriminarme...
No me arrepiento, nunca antes había sentido así y creo no volverá a suceder....
A pesar de todo, le agradezco su amor, su desamor y haber coincidido en el mismo espacio. Conocí la pasión en toda su expresión, juntos descubrimos que la oscuridad también puede ser luz.
Salí antes que el pudiera ver que estaba ahi, cobijándome en la oscuridad... con el grato sabor de haberlo visto...

A ti mi dulce tentación...