La fábrica sigue jalando, el Diluvio tiene que encauzarse, a cualquier idiota le sueltan un micrófono y una cámara la puede enfocar cualquiera.
No cualquiera puede pelear legalmente, pero si te hace falta dinero la calle te ofrece la oportunidad de morir por mil pesos. Un trato justo, un héroe está por surgir.
"We did it for the lulz" dijo el Peje; "LOL" corearon las masas."Jesus was black, jews did the 9/11". Un tapón en el Grijalva, dos chicas y una copa de helado. Traumas, demoedecanes haciendo kung fu en los semáforos.
Una suculenta cena en la Navidad, un lobo estepario no podría pedir menos que una gallina. ¿Pero qué no es una gallina, sino un pájaro zombie?
Un sol australiano de diciembre, cero crueldad en las madrugadas, una horrible bruma en el horizonte, "Sorry boy: Ring's closed due to the smog". Noticias que el año pasado me habrían hecho exclamar algo como "¡Jolines, voto a Bríos y Equis De!" mientras bebía de mi atole de guayaba en mis oficinas de la costa.
Pero no estoy ahora en la costa. Desearía estar en la costa.
Ahora un oso negro me acompaña, corrijo, la mitad de un oso negro, cortesía de Boris Yeltzin, que se terminó la buena bebida rusa que quedaba. Sminorff fue considerado enemigo del pueblo, y no me sorprende, "Hazte cuenta que es Pedro Domecq, pero en ruso".
Calafia, lugar donde las amazonas cosechaban uvas. O al menos así decían que decía la leyenda. Los cosechadores de perlas pronunciaban ¡(sic)! cuando leían esa etiqueta, eso es lo que recuerdo. "¡Felices fiestas!" me dijo mi patrona cuando se retiró del trabajo. Me abrazó y me acarició las manos; Feliz Navidad le dije yo. Ella se fue de vacaciones a algún otro lado del mundo. Yo me quedé en mi lugar, el Diluvio seguía ante mí y debía ser encauzado. Nadie deseaba ser el tapón de piedras y lodo que lo habría de contener, nadie deseaba ser removido.
Pescamos perlas: perla, partícula irritante que atrapa el molusco y que éste recubre de bella baba nacarada, se han pescado tantas que podríamos ensartarlas y vender collares. Bueno, eso hacemos de hecho, pescamos perlas, las ensartamos y las vendemos como collares o rosarios.
Rosarios de perlas.
Vendemos las perlas y también al molusco que las produjo. Vendemos hasta las conchas, negocio redondo, chavo.
Mi oficina es alumbrada por el sol australiano, pero no estoy en Australia, no hay rugby ni hay cricket en la tele. Pero tampoco hay béis ni fútbol.
Nomás están los Patriotas. (!!!)
La luna nos alumbra ahora, un tenue resplandor acompaña a la gente.
¿Recuerdas que hace años tú perpetrabas milagros? Oh, sí que recuerdo, entonces ganabas menos que el mínimo y aún así juntabas para tus pequeños lujos.
Ésos eran milagros.
¿A cuánto está el mínimo? Está dos pesos con dos centavos arriba.
-¿Cuánto harías con eso?
-¿Estás insultando mi inteligencia?
"Salario mínimo al presidente, para que vea lo que se siente"
"Quinientos pesos semanales al líder del sindicato, para que vea que se siente regacho"
Trescientos espartanos resistieron en las Termópilas; Seiscientos jinetes cabalgaron en el Valle de la Muerte.
El 35% del presupuesto de la Real Comisión de Luz y Fuerza de la capital se va en salarios y prestaciones; Ecatepunk tiene 3 semanas sin electricidad.
Y Sánchez Azcona nomás padeció una semana.
La cocaína subió de precio, pues hubo una súbita disminución en su disponibilidad; Oferta y demanda, neoliberalismo puro; Cuesta de enero, estagflación en el Gabacho.
"Presidente, ¿cuál es la respuesta de su gobierno ante está situación?"
-We did it for the lulz.
Y el noble pueblo gringo exclamó: "LOL".
Una adivina me leyó la mano:
-Caramba, prepárate para lo inesperado.
Yo le pregunté que podría pasar, a qué se refería con "inesperado".
-¡Carajo, chico!, si lo supiera no sería inesperado.
El Diluvio había amainado, apagué mi estación y desconecté mis audífonos.
Ahora quería llegar a cenar y leer un buen libro.
Quería leer algo fantasioso, algo leve, algo risueño.
Nuestro mundo es cada vez más raro.
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